Clocks Without Hands
The house repeats the names I've left behind
Dust writes quiet stories on the china lines
Shattered frames still cling to silent walls
And echoes of your laughter never answer when I call
The evening melts to ashen light
Sunset forgets its way back home
I ask the window where you've gone
It only weeps against the stone
Clocks without their hands keep circling our goodbye
Holding every second where your voice survived
I gather all the shadows your bright spirit threw
Living without your heartbeat means guarding the cross of you
The floorboards whisper lightly as I pass
As if they fear to wake the past
The flowers you once promised you would tend
Sleep beneath a sky that won't forgive or bend
My hands still search for any trace
Within the folds of what is real
But the needle threading every gate
Has sewn itself to night's sealed veil
Clocks without their hands keep circling our goodbye
Holding every second where your voice survived
I gather all the shadows your bright spirit threw
Living without your heartbeat means guarding the cross of you
I burned the letters I could never send
Ashen dust that learned to pray
If time insists on moving on
Let me stay inside this yesterday
Clocks without their hands keep circling our goodbye
The pendulum lies broken, silence owns the chime
Among my ruined keepsakes I cradle what we were
An echo breathing onward, refusing to disperse
Relojes Sin Manecillas
La casa repite los nombres que dejé atrás
El polvo escribe historias calladas en las líneas de la loza
Los marcos rotos aún se aferran a las paredes silenciosas
Y los ecos de tu risa nunca responden cuando llamo
La tarde se derrite en luz cenicienta
El atardecer olvida su camino de regreso a casa
Le pregunto a la ventana a dónde te has ido
Solo llora contra la piedra
Relojes sin manecillas siguen girando en nuestro adiós
Sosteniendo cada segundo donde tu voz sobrevivió
Reúno todas las sombras que tu brillante espíritu arrojó
Vivir sin tu latido significa cuidar la cruz de ti
Las tablas del piso susurran suavemente al pasar
Como si temieran despertar el pasado
Las flores que una vez prometiste cuidar
Duermen bajo un cielo que no perdona ni se dobla
Mis manos aún buscan cualquier rastro
Dentro de los pliegues de lo que es real
Pero la aguja que atraviesa cada puerta
Se ha cosido al velo sellado de la noche
Relojes sin manecillas siguen girando en nuestro adiós
Sosteniendo cada segundo donde tu voz sobrevivió
Reúno todas las sombras que tu brillante espíritu arrojó
Vivir sin tu latido significa cuidar la cruz de ti
Quemé las cartas que nunca pude enviar
Polvo ceniciento que aprendió a rezar
Si el tiempo insiste en seguir adelante
Déjame quedarme dentro de este ayer
Relojes sin manecillas siguen girando en nuestro adiós
El péndulo yace roto, el silencio posee el tintineo
Entre mis recuerdos arruinados acuno lo que fuimos
Un eco respirando hacia adelante, negándose a dispersarse
Escrita por: Hiram Javier Hernández Navarrete