On These Endless Autumn Nights
O, Adonay per quem omnia
liberata sunt
libera me ab omni malo.
O, Adonay per quem omnia
consolata sunt
consola me.
Amen.
As sunlight fades
and nightfall embraces
this cold and lifeless land.
Only the damned...
Only the sentenced...
Roam among
other creatures of night.
The thick icy mist
that covers the water,
and hides the ground that I walk on.
All I can hear
are the voices of demons
laughing and casting their spells.
On these endless autumn nights
I rise and walk once more.
On these darkest autumn nights
I pursue my endless journey.
In black freezing water
I see your reflection,
the drops of blood from my hands.
In silence of night
I cry out thy name,
just to hear the echoes that answer.
The moon turns to blood
and casts my shadow
on the narrow path ahead.
The road that is covered
in tears and with wither
and leads me towards the end.
On these endless autumn nights
I've burned a thousand candles.
On these darkest autumn nights
I've heard the silent cries.
As the candlelight grows dim,
so the echoes of these voices die.
En Estas Noches de Otoño Infinitas
O, Adonay por quien todo
ha sido liberado
líbrame de todo mal.
O, Adonay por quien todo
ha sido consolado
consuélame.
Amén.
Mientras la luz del sol desaparece
y el anochecer abraza
esta tierra fría y sin vida.
Solo los condenados...
Solo los sentenciados...
vagan entre
otras criaturas de la noche.
La densa niebla helada
que cubre el agua,
y oculta el suelo que piso.
Todo lo que puedo escuchar
son las voces de demonios
riendo y lanzando sus hechizos.
En estas noches de otoño interminables
me levanto y camino una vez más.
En estas noches de otoño más oscuras
persigo mi viaje interminable.
En el agua negra congelada
veo tu reflejo,
las gotas de sangre de mis manos.
En el silencio de la noche
clamo tu nombre,
solo para escuchar los ecos que responden.
La luna se torna en sangre
y proyecta mi sombra
en el estrecho camino por delante.
El camino que está cubierto
de lágrimas y marchitez
y me lleva hacia el final.
En estas noches de otoño interminables
he quemado mil velas.
En estas noches de otoño más oscuras
he escuchado los llantos silenciosos.
A medida que la luz de las velas se desvanece,
los ecos de esas voces también mueren.