Ballata Del Dubbio

Balada de la Duda

Damme una razón para amarte cuando nos quedamos dormidos tarde en la noche. Para no querer compartirte con los demás, para extrañarte apenas te vas. Que para prepararse para amar se necesitan entrenadores antes de que nos matemos con el hilo que une nuestros corazones, que no es cierto que tenga vida como los senadores, como máximo te ofrezco algo de beber, no te llevo a cenar afuera (nah). Si se está bien, está bien todo, si no se está bien, incluso el paraíso es feo. Que no es necesario engañarnos con los ojos en lugar de atravesarnos el corazón, nos raspamos las rodillas. Bueno en la cama, también afuera ahora espero las floraciones. Nunca dije que tengo cuidado, se vive solo... Se muere un dios. Si son besos de verdad o si llenamos los vacíos, si los estamos desatando o multiplicando los nudos. Quién sabe qué piensas cuando disfrutas, (quién sabe) quién sabe si piensas cuánto disfrutas. Que me asusta, en lo más profundo, siento el corazón (siento el corazón) que se me ralentiza. La paranoia está aquí, dejo que me atrape, me quedo fumando con la luz semiapagada. Toma una rosa y apriétala, duele. Luego mete la mano en un frasco de sal, échale tabasco y podrás probar una décima parte de lo que será (¿cuándo?) cuando todo se vaya al diablo. Así que estoy atento al sentimiento, cambio la consonante a arrepentimiento. No pienses que te miento, hermano... Si das mil, toma cien. Acostumbrado al pesimismo crónico, si bebo pienso en el vómito, si espero pienso en el usual final triste donde me quedo solo en esta situación me metí solo. Todavía tengo un vaso de cerveza, debo terminar el porro. Estoy aquí en la habitación sentado con ansiedad y ojos brillantes, afuera estoy tranquilo como el mar al amanecer, ni siquiera muevo los labios pero dentro tengo un monstruo que grita. La balada de la duda, quedarse con nada o perderlo todo. Pero perder es feo, yo quiero tomarlo todo... Tomarlo todo.