What's in the Cuckoo Clock

¿Qué hay en el reloj cucú?

What's in the Cuckoo Clock

Dentro de un reloj, nos encontramos, para nuestra sorpresa, a un pequeño cantante de juguete. Asegurándonos que no es un producto de nuestra imaginación, presume de su habilidad para profetizar, deleitándose en un juego de palabras ligero. Aparentemente sin saber que los ochentas son cosa del pasado, predice una década de alegría. Mirando más de cerca, vemos un microcosmos de Akron, Ohio, correcto hasta el más mínimo detalle.Inside a clock, we find, to our surprise, a little toy singer. Assuring us that he is not a figment of our imagination, he boasts of his ability to prophesy, indulging in a lighthearted wordplay. Apparently unaware that the eighties are a closed book, he predicts a decade of joy. Looking more closely, we see a microcosm of Akron, Ohio, correct to the finest detail.
Sin embargo, hay un elemento siniestro: entidades malévolas sin nombre, con el poder de influir en decisiones de compra. Retrocedemos. Instamos al cantante a sellar de nuevo el reloj; a poner fin a la pesadilla. Para nuestra desgracia, la súplica ha llegado demasiado tarde. Debemos ver impotentes cómo las semillas de nuestra destrucción saltan del reloj para llevar a cabo actos de traviesa inenarrable. El cantante, exhausto, mostrando signos de un inminente colapso mental, exige un pago -- que apenas podemos costear -- por sus servicios.However, there is a sinister element: unnamed evil entities, with the power to influence purchasing descisions. We recoil. We urge the singer to reseal the clock; to put an end to the nightmare. To our chagrin, the plea has come too late. We must watch helplessly as the seeds of our destruction leap from the clock to work acts of unspeakable mischief. The singer, exhausted, exhibiting signs of an impending mental breakdown, demands payment -- which we can ill afford -- for his services.