Severino

Severino

Mi nombre es Severino, Severino de Jesús
Mi historia comenzó en el año 87
Cuando mi tía Lucía
Dijo que estaba abriendo frentes de trabajo
Allá en São Paulo

Recuerdo como si fuera hoy
Llegando a esa ciudad
Un montón de gente,
eso río sucio, apestoso!
Carros, edificios, el bus llegando a la terminal

Dio miedo
Pero ahora que estaba allí
¡Volver atrás no era opción!

Fueron 4 días y 3 noches hasta la capital
En la cabeza un sueño
En el bolsillo ni un real
Bus lleno
Baja un montón de gente
El punto de encuentro estaba justo allí enfrente
Ya en la salida del bus hizo la señal de la cruz
Comienza la saga de Severino de Jesús
Analfabeto, un negro del noreste
18 años vividos en el agreste
vino a São Paulo invitado por su tía
la construcción civil era su oficio
pero si necesitaba, aceptaba cualquier cosa
pensamiento interrumpido con la llegada a la escalera
qué lío, escalera mecánica, metro, bus
un mundo diferente aparecía frente a él entonces
edificios, bocinas, carros parados
8 y media de la mañana, todo atascado
fueron dos horas del Tietê a Itaquera
finalmente Severino estaba en la favela
un baño, almuerzo, descanso del viaje
mañana comienza la lucha en la ciudad salvaje
plan enfocado, todo esquematizado
el dinero que ganara lo guardaría
no haría como sus primos
no gastaría en cachaça en el bar ni en la panadería
la poca plata que sobrara la mandaría
para Sergipe, su tierra a la que volvería un día
por un momento tuvo alegría al recordar
el lugar donde nació, su tiempo de niñez
tierra seca, tapioca y la Maríazinha
que tanto manoseaba cerca de la escalera
la tarde cae y la noche se anuncia
mañana comenzaría toda la locura
al frente de trabajo iría
cualquier chamba, cualquier salario aceptaría
siente miedo
mi señor, alívienme
bendiga mi primer día

Pasaron 15 días hasta conseguir un trabajo
En una obra cerca de Barra Funda
Trescientos reales y una canasta básica
No lo puedo creer, esta ciudad es mágica
Un asunto extraño que su tía no entendía
En año de elecciones aparecían varios trabajos
A las cinco de la mañana comienza la locura
Del regreso del trabajo al final del día
La raspadita en el bar de doña María
En la favela ya lo llamaban Bahía
La periferia es así en cualquier lugar
Para hacer amistades solo hay que ir al bar
Aquí hay de todo del norte mano, mira
La chachaça, los compatriotas, mujeres y forró
Era solo mirar a los lados, todo igual
Los chicos en la calle, la ropa en el tendedero
La convivencia con las cucarachas y con los traficantes
Que él ni se daba cuenta que había bastantes
Cinco tragos ya se fueron al coco
Mejor salir de aquí mano, me estoy volviendo loco
Hoy es jueves, mañana habrá
Las losas en la obra para que los obreros llenen
El tiempo pasaba y Severino se asentaba
Tomaba el metro, conocía a la gente
El trabajo en la obra toda la semana
El forró de María todos los viernes
Y fue en una de esas que Bahía conoció a Neuza
Morena hermosa, bailaba como Diosa
Vino de niña de Recife junto a sus padres
Se involucró con un traficante que operaba en el Brás
Tenía carro y respeto en la zona
Con quince años Neuza ya se enamoraba
Se entregó al tipo y luego quedó embarazada
De un hijo que el padre la policía mató
En una emboscada cerca del metro
Pasó hasta en la tv, todo el mundo habló
Severino veía todo y no decía nada
Le parecía genial la forma en que ella hablaba
No tenía acento, solo la jerga de la favela
Era Neuza, créelo, la chica era esa
martes de lluvia era feriado
un encuentro con Neuza estaba acordado
el pagode era en Itaquera en la COAB 2
el Chevette atestado mano, fue que fue
estaba Neuza, Bete y otro amigo
que prendió un porro dentro del carro
Severino tuvo miedo, ¿fumaba o no?
Neuza fumó y dijo que era de calidad
Él fumó la marihuana y quedó colocado
Ahora estaba allí a gusto con los amigos
Ahí no existía discriminación
Nadie lo tomaba por tonto
La noche fue genial hasta la madrugada y listo
Al día siguiente Bahía no fue a trabajar

Su vida con Neuza transcurría normal
El barraco montado cerca del matorral
Vivían solo los dos y el niño no
La abuela lo quería, que lo criara entonces
Severino trabajaba, llegaba cansado
Tenía relaciones con Neuza, fumaba un porro
El dinero de la familia se estaba usando
Para marihuana, para cachaça, la vida del adicto
No pasó mucho tiempo para que la rueda de la droga girara
La marihuana cambiada por cocaína
Faltaba dinero y cómo esnifar
Bahía tenía clientes, solo colgar
Cinco porros y dos gramos
Treinta reales para la próxima semana

-¿Lunes, verdad Bahía?
-No, no, tranquilo, tranquilo!

Ah, el diablo vive aquí, créelo

-¿Bahía, dónde está mi dinero?
-¡Por eso vine a hablar contigo!
-¿Hablar de qué?
-¡No tengo dinero!
-¿No tienes dinero?! ¡Dices que me pagarías y no tienes dinero?!
-Es que aún no he cobrado...
-¿No has cobrado?! ¡Y qué tengo que ver yo con eso?!
-¡No, tú no tienes nada que ver con eso!
-¡Claro que no tengo nada que ver con eso!
-¡No he cobrado, hermano...
-Mano, ¡quiero mi dinero!
-No, no, tranquilo, el viernes te lo pagaré
-¿Qué, qué vas a pagar, hermano?
-No, mano, espera, calma, voy a pagar el dinero, hermano...
-Mano, no quiero saber nada, hermano...

Noche de viernes, todo normal
Severino sube la escalera cerca del matorral
Preocupado si su plan funcionaría
No sabía si había armado el esquema correcto
Estaba harto de todo, no quería más
Había tomado la decisión dos días atrás
Chivó a la boca al policía, su amigo
Estaba complicado, hasta el trabajo perdió
Solo quedaba esperar el desenlace
El policía llegaría, cerraría la boca
Estaba cerca del barraco para recoger a su chica
Que esperaría con las maletas en la esquina
El plan estaba listo, iban a escapar
Llegaron antes de las once a la terminal
Pero al llegar a la esquina, Neuza no estaba
El miedo impide al hombre razonar
Severino encañonado en la situación
El dueño de la boca estaba violento
Golpes, culatazos, él los recibía
La muerte estaba cerca, el loco lloraba
Llevaron a Severino a su barraco
La visión era fea, el cuadro era trágico
Su chica malherida caída en el suelo
Varios disparos hechos por el Alemán
El mismo policía de días atrás
En quien había confiado, era demasiado
El movimiento es así, no tiene límites
Pero Severino va a vivir, hermano, créelo
Una lluvia de fuegos artificiales comienza en la favela
Para avisar que la mercancía estaba en camino
Los locos asustados salen a toda prisa
Severino fue encontrado con vida en el suelo
Recibió un disparo en la espalda y despertó en el hospital
Cara a cara con la asistente social
Para coordinar con él el día del viaje
La municipalidad pagaría el precio del pasaje

Sí, esta es mi historia
Y fue por la voluntad de Dios
Que sobreviví en esa selva maldita
Pero hay un montón de hermanos, hermanas
Que no pudieron regresar, no
Hoy estoy aquí, cinco meses lejos de las drogas
¡Y gloria a Dios por eso!
Gracias a los hermanos
Por haberme escuchado y buenas noches a todos