Do Prostego Czlowieka

Del hombre común

Cuando de nuevo con argamasa fresca
Comiencen a pegar los anuncios en los muros,
Cuando 'para la gente', 'para los soldados'
El negro impresor golpee con la alarma.
Y cualquier trepador, cualquier cachorro
En su eterno engaño creerá,
Que hay que ir y disparar con cañones,
Matar, saquear, envenenar y quemar;

Cuando comiencen por milésima vez
A desgarrar la patria con declinaciones
Y engañar con un emblema colorido,
Y juzgar con 'razón histórica',
Sobre la patria, la gloria y las fronteras,
Sobre padres, abuelos y estandartes,
Sobre héroes y víctimas;

Cuando salga el obispo, el pastor, el rabino
A bendecir tu rifle,
Porque el mismo Dios le susurró desde el cielo,
Que por la patria - hay que pelear;
Cuando se desgarren, se desgarren
Los gritos de las primeras páginas de los periódicos,
Y una manada de mujeres salvajes - con flores
Comience a arrojar 'soldaditos'.

- Oh, amigo ignorante,
Mi prójimo de esta o aquella tierra!
¡Sepa que las campanas suenan por alarma
Reyes con barrigones señores;
Sepa que es una patraña, una farsa común,
Cuando te llaman: '¡Arma al hombro!'
Que en algún lugar brotó petróleo de la tierra
Y floreció en dólares;
Que algo no les cuadra en los bancos,
Que en algún lugar olfatearon cajas llenas
O avistaron gordos bribones
Con algún arancel más grueso en el algodón.
¡Dispara tu rifle en el pavimento de la calle!
Tu sangre es tuya, la de ellos es petróleo!
Y de capital en capital
Grita defendiendo tu sangre:
'¡Nosotros somos los que nos balanceamos, caballeros nobles!'