Tiene Que Ser Pecado

La Pasión y la Fugacidad en 'Tiene Que Ser Pecado' de Alejandro Sanz

La canción 'Tiene Que Ser Pecado' de Alejandro Sanz es una oda a la pasión y la intensidad de un amor que se vive con una fuerza casi prohibida. Desde el inicio, Sanz nos sumerge en una atmósfera de deseo y fervor, describiendo un encuentro amoroso tan intenso que parece transgredir las normas sociales y morales. La repetición de frases como 'tiene que ser pecado' y 'tiene que ser delito' subraya la idea de que este amor es tan poderoso que desafía las convenciones y límites establecidos.

La letra está cargada de metáforas y simbolismos que enriquecen la narrativa. Las 'dentelladas cinturas' y 'manantiales delirios' evocan imágenes de una pasión desbordante y casi salvaje, mientras que 'la furia en los talones' y 'el abuso en los colmillos' sugieren una entrega total y sin reservas. La expresión 'ole tu mirar' y 'ole la mujer' añade un toque de admiración y respeto hacia la figura femenina, destacando su poder y magnetismo.

Además de la pasión, la canción también aborda la fugacidad de los momentos felices. La repetición de 'breve, lo bueno no debería ser tan breve' refleja una melancolía por la transitoriedad de la felicidad y el deseo de que esos momentos duren más. Sanz expresa un anhelo de permanencia, guardando el corazón 'por si hoy nos llueve', una metáfora que sugiere la esperanza de que el amor pueda resistir las adversidades. En conjunto, 'Tiene Que Ser Pecado' es una celebración de la intensidad del amor y una reflexión sobre su naturaleza efímera, encapsulando la dualidad de la pasión y la melancolía en una experiencia profundamente humana.