Cobrador de Impostos

La Dualidad del Poder y la Fe en 'Cobrador de Impostos' de Allen Halloween

La canción 'Cobrador de Impostos' de Allen Halloween aborda la tensión entre el poder terrenal y la espiritualidad. Desde el inicio, la letra compara a los recaudadores de impuestos con aves rapaces que devoran todo a su paso, simbolizando la avaricia y la explotación. Estos 'pájaros' representan a los agentes del sistema que se benefician del trabajo arduo de los hombres comunes, dejando a estos últimos sin nada. La referencia a 'César' es una alusión directa al poder estatal y a la obligación de pagar impuestos, evocando la famosa frase bíblica 'Dad a César lo que es de César'. Esta frase se repite a lo largo de la canción, subrayando la resignación y la inevitabilidad de cumplir con estas obligaciones terrenales.

En contraste, la canción también introduce una dimensión espiritual. Al mencionar que ha dado su cuerpo a su madre y su alma a Jesús, el narrador establece una distinción entre lo material y lo espiritual. Mientras que el cuerpo y el trabajo son explotados por el sistema, el alma permanece intacta y es ofrecida a una entidad superior, en este caso, Jesús. Esta dualidad refleja una lucha interna y una búsqueda de redención y salvación más allá de las injusticias terrenales. La repetición de 'Eu dei a Cesar' y 'Eu dei a Jesus' refuerza esta dicotomía, mostrando que aunque el narrador cumple con sus deberes terrenales, su verdadera lealtad y esperanza están en lo divino.

La mención del número 666, asociado con el Anticristo en la tradición cristiana, añade una capa de crítica al sistema opresivo, sugiriendo que aquellos que imponen estas cargas son, en cierto sentido, adversarios del bien y de la justicia divina. La canción, por tanto, no solo critica la explotación económica, sino que también ofrece una reflexión sobre la fe y la salvación, proponiendo que la verdadera liberación no se encuentra en este mundo, sino en la entrega espiritual a una fuerza superior.