Willothewisp

Fuego fatuo

Noches pasadas sucumbiendo al brillo de Ojos Negros, sintiendo el cálido abrazo de tu mano, recuerdos como sal en una herida, dominan mi nueva tierra espiritual.
Buscando sabiduría en la oscuridad que gravita impotente alrededor de nuestro dolor, llorando con la ausencia de lágrimas reales, como un niño nacido en vano.

Ya no puedo soportar verte acunando mi forma. Arrancando gotas de sangre de la tormenta fútil de la desesperación. Bienvenido al Fuego fatuo, mi amor. El arduo juego de la muerte. Burlando la locura del tiempo prefigurando años de reinado.

Oh mi princesa perfecta, dura y fría como la piedra. Rastrearé tus labios con carmesí. Te protegeré; no pueden tenerte para enterrarte, para dejarme. Mata a todos los que se atrevan a tocar a mi linda muñeca, será un paraíso sangriento, un baile de misántropos.

Te escucho y te suplico, encuentra una manera de entender. Mátalos por mi cuerpo y quédate con granos de arena. No desperdicies tu vida en vano, protegiendo lo que no siente felicidad ni dolor.

Fuego fatuo, mi amor, es ahora para siempre lo que será. Fuego fatuo, mi amada oscurecida no puede ser arrebatada de ti.

Siento tu esencia a mi alrededor, y te veo muerta en nuestro suelo. Me doy cuenta de que me mataría verte arrastrada como una prostituta podrida. Los muertos no son suyos para llevar, jodan su realidad. Busco venganza. Jodan su estupidez, tu muerte será vengada.

Mi princesa no es su esclava muerta, para destrozarla y encajarla en una santa y solitaria tumba.

¡Ahh! Me atormentas con preocupaciones interminables. Una muñeca es lo que queda de mí, ¡matarla, insania! Despierta, vive tu vida. No la desperdicies en mi nombre.

¡No! ¿Por qué? Tu cuerpo me reconforta. Por favor, entiende. Es un Fuego fatuo, mi amor, pero al menos tendría el mando.

¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Ahh! No puedo soportar esto, mi corazón estaba cerrado para todos menos para ti, y ahora estás muerta. Te necesito en cualquier forma. Te quiero. La separación es lo que impregna el miedo a la muerte. ¡Ahh! ¡Ahh! ¡Regresa!

Mi esencia siempre está contigo. Flotando sobre ti y lo que fui de mi amor y mi perfecto ser, nunca quise morir. Está bien, haz lo que desees. Quiero que mi cuerpo esté contigo.

Los veo venir, mi pulso se acelera, mis largas cuchillas sonríen. ¡Aléjate de ella! ¡Malditos, peones! ¡Muere, no vales nada, muere!

Ellos también están muertos, ahora bolsas de carne sin valor. ¿Cómo se atreven a intentar llevarte, ja, ja, ja? Estamos libres juntos.

Tiemblas como un niño roto ante mí, aferrándote a mi mano fría mojada de lágrimas, besas mi mano y mis labios, y no siento nada.

Una presencia se cierne sobre mí, susurrando como el rocío de la mañana. Mi princesa muñeca de muerte perfecta, me quedaré aquí para siempre contigo.

Él ha ganado mi cuerpo, pero ahora está loco. Me acerco para secar sus lágrimas, solo para descubrir que soy como el viento para la lluvia.

Fuego fatuo es tortura, el arduo juego de la muerte.

Fuego fatuo son límites ocultos, prefigurando años de dolor.