Traducción generada automáticamente
Romance do João da Gaita
Apparicio Silva Rillo
Romance do João da Gaita
Sempre a tocar o cavalo
João da gaita se criou
Nem sabia o que buscava
Se estrela, estrada, horizonte
Andava como os arroios
Que desprendidos da fonte
Procuram seu próprio curso
Pelos acasos do chão
O claro clarim dos galos
Cada nova madrugada
Já o encontrava encilhando
Para a invenção de outro rumo
E as nazarenas cantavam
Em contraponto aos cochichos
Elas também dois galitos
Armados em couro e prata
Com esporões de treze pontas
Sonorizando as manhãs
Quando a noite era mais clara
E o caminho parecia
Um longo rio preguiçoso
Entortilhado da Lua
João da gaita e seu cavalo
Lembravam, pelo perfil
Um barco a vela fugindo
Pelas pratas deste rio
Se alvorotavam as estâncias
Quando o gaudério chegava
No seu jeitão despachado
De índio caminhador
Na garupa a oito-baixos
Que só faltava falar
E na garganta as notícias
Do mundo velho largado
Por onde houvera cruzado
Na sua sina de andar
Eram novas de peleias
De mercâncias e cambichos
De sucessos em bolichos
Conchas de tava e carreiras
E tudo à sua maneira
De entender o assucedido
Filosofando comprido
Como um rábula sabido
Em tricas de tribunal
À noite, rente do fogo
O andarengo abria a gaita
Como quem abre um missal
Oficiante extraordinário
Que das pautas do hinário
Só repicava aleluias
Para o concerto ritual
Quando estirava os dois braços
Abrindo os foles da gaita
O celebrante do ofício
Recordava Jesus Cristo
No lenho do sacrifício
No seu dia da paixão
E o fogo bordava rendas
No bastidor estirado
Do santa-fé do gaipão
E a cuia fazia roda
Na ciranda centenária
Da volta do chimarrão
E a gaita velha chorava
Que nem China candongueira
Que enfrenou para carreira
O flete do coração
Cantava o primeiro galo
Mais um mate, e o andarengo
Sentava os recaus no pingo
Para a jornada do dia
Quando o Sol aparecia
João da gaita, lá da estância
Lembrava, já mui longito
No pala branco abanando
Algum João-grande voando
Na direção do infinito
Um dia, no pampa largo
Clarins de guerra tronaram
Chamando à revolução
Pelas estâncias e vilas
Caudilhos juntavam gente
Pra o entrechoque iminente
Jogando irmão contra irmão
João da gaita, o andarengo
Mesmo pouco percebendo
Qual o sentido da luta
Também foi na reculuta
Como vaqueano da tropa
Quando os caudilhos gritavam
Pela coragem dos tebas
Nas cargas de espada e lança
Os cascos da cavalhada
Multiplicavam tambores
No couro tenso do chão
Era a luta - transformando
Cada local de combate
Num campo-santo onde as cruzes
Eram o "esse" das adagas
Espetadas contra o céu
Nos fogões de acampamento
Pelos alces dos combates
A velha gaita se abria
Num responso varonil
E a indiada lembrando bailes
Surungos de trocar passo
Ia marcando o compasso
Na coronha do fuzil
E João da gaita pensava
Olhando as mãos nas hileiras
Que aquelas manoplas largas
Por tempos de paz e guerra
Tinham distinta função
Pelos combates e encontros
Empunhando adaga e lança
Semeando a destruição
E nos descansos da luta
Puxando a gaita manheira
Nas comunhões de alegria
Das rodas de chimarrão
La fresca, não entendia
Por que sina Deus lhe dera
Duas funções tão distintas
Para o mesmo par de mãos
Porque a lo largo entendia
Que pelear estava errado
Quando no campo da luta
Justava irmão contra irmão
- Ah, se pudesse algum dia
Ver a querência irmanada
Sem que faltasse nenhum
Num grande baile comum
À sombra de uma ramada
E ele de gaita estirada
Que nem cobra em ressolana
Compassando a meia-canha
Das polcas de relação
Lá um dia percebeu
Para o seu entendimento
De índio meio bagual
Que o que chamavam ideal
Era apenas, bem pensando
Ambição pura de mando
Dos chefões da capital
Daqueles que concitando
A gauchada ao combate
Ficavam tomando mate
Peleando só por jornal
Desses que sonham, afinal
Por chegar de qualquer jeito
Seja forçando um direito
Seja quebrando um acordo
Ao saleiro de boi gordo
Da governança estadual
Numa noite muito escura
Atou a gaita nos tentos
E, pingo pelo buçal
Largou-se do acampamento
Três horas antes do dia
Para mandar-se a la cria
Direito à banda oriental
Desertor? Talvez o fosse
Fazia pouca questão
Mas desertor por consciência
Ficasse bem entendido
- Soldado não é bandido
Para abater um amigo
Só porque manda o chefão
Nunca mais se soube dele
Porque nunca mais voltou
Quem sabe pra não ouvir
Pelas charlas de galpão
A tristeza dos assuntos
Lembrando os tauras defuntos
Sacrificados em vão
Quem sabe pra não ouvir
Sua história mal contada
Por quem jamais a entendeu
Por quem apenas colheu
De um gesto todo razão
A mentirosa aparência
De ter negado a querência
Como covarde e fujão
Morreu, decerto, sem ter
Realizado o seu sonho
Que é a impossível miragem
Dos puros de coração
Ver a querência irmanada
Sem que lhe falte nenhum
Num grande baile comum
À sombra de uma ramada
Romance de Juan de la Armónica
Siempre tocando el caballo
Juan de la armónica creció
No sabía lo que buscaba
Ya fuera estrella, camino, horizonte
Andaba como los arroyos
Que desprendidos de la fuente
Buscan su propio curso
Por los caprichos del suelo
El claro clarín de los gallos
Cada nueva madrugada
Ya lo encontraba ensillando
Para la invención de otro rumbo
Y las nazarenas cantaban
En contrapunto a los susurros
Ellas también dos gallos
Armados en cuero y plata
Con espuelas de trece puntas
Sonorizando las mañanas
Cuando la noche era más clara
Y el camino parecía
Un largo río perezoso
Enroscado de la Luna
Juan de la armónica y su caballo
Recordaban, por el perfil
Un barco a vela huyendo
Por las platas de este río
Se alborotaban las estancias
Cuando el gaucho llegaba
Con su estilo desenfadado
De indio caminante
En la grupa el ocho-bajos
Que solo faltaba hablar
Y en la garganta las noticias
Del mundo viejo abandonado
Por donde había cruzado
En su destino de andar
Eran noticias de peleas
De mercancías y tratos
De éxitos en boliches
Conchas de tava y carreras
Y todo a su manera
De entender lo sucedido
Filosofando extensamente
Como un abogado sabio
En trifulcas de tribunal
Por la noche, junto al fuego
El vagabundo abría la armónica
Como quien abre un misal
Oficiante extraordinario
Que de las partituras del himnario
Solo repicaba aleluyas
Para el concierto ritual
Cuando extendía los dos brazos
Abriendo los fuelles de la armónica
El celebrante del oficio
Recordaba a Jesucristo
En la madera del sacrificio
En su día de pasión
Y el fuego bordaba encajes
En el bastidor extendido
Del santa-fe del poncho
Y la calabaza hacía ronda
En la ronda centenaria
De la vuelta del mate
Y la armónica vieja lloraba
Como China cantora
Que frenó para correr
El latido del corazón
Cantaba el primer gallo
Otro mate, y el vagabundo
Acomodaba las riendas en el caballo
Para la jornada del día
Cuando el Sol aparecía
Juan de la armónica, desde la estancia
Recordaba, ya muy lejos
En el poncho blanco ondeando
Algún Juan grande volando
En dirección al infinito
Un día, en la pampa amplia
Clarines de guerra retumbaron
Llamando a la revolución
Por las estancias y villas
Caudillos juntaban gente
Para el enfrentamiento inminente
Jugando hermano contra hermano
Juan de la armónica, el vagabundo
Aunque poco entendiendo
Cuál era el sentido de la lucha
También fue al reclutamiento
Como vaquiano de la tropa
Cuando los caudillos gritaban
Por el coraje de los valientes
En las cargas de espada y lanza
Los cascos de la caballada
Multiplicaban tambores
En el cuero tenso del suelo
Era la lucha - transformando
Cada lugar de combate
En un campo santo donde las cruces
Eran el 'ese' de las dagas
Clavadas contra el cielo
En los fogones de campamento
Por los alces de los combates
La vieja armónica se abría
En un rezo varonil
Y la gente recordando bailes
Fiestas de intercambiar pasos
Iba marcando el compás
En la culata del fusil
Y Juan de la armónica pensaba
Mirando las manos en las hileras
Que esas manoplas anchas
Por tiempos de paz y guerra
Tenían distinta función
En los combates y encuentros
Empuñando daga y lanza
Sembrando la destrucción
Y en los descansos de la lucha
Tocando la armónica suave
En las comuniones de alegría
De las rondas de mate
La fresca, no entendía
Por qué destino Dios le dio
Dos funciones tan distintas
Para el mismo par de manos
Porque a lo largo entendía
Que pelear estaba mal
Cuando en el campo de batalla
Enfrentaba hermano contra hermano
- Ah, si pudiera algún día
Ver la tierra natal unida
Sin que faltara ninguno
En un gran baile común
A la sombra de una arboleda
Y él con la armónica extendida
Como cobra al sol
Marcando el ritmo
De las polcas de relación
Un día se dio cuenta
Para su entendimiento
De indio medio salvaje
Que lo que llamaban ideal
Era simplemente, bien pensado
Ambición pura de mando
De los jefes de la ciudad
De aquellos que incitando
Al pueblo al combate
Se quedaban tomando mate
Peleando solo por interés
De aquellos que sueñan, al final
Con llegar de cualquier manera
Ya sea forzando un derecho
Ya sea rompiendo un acuerdo
Al saladero de ganado gordo
Del gobierno estatal
En una noche muy oscura
Ató la armónica en los aperos
Y, el caballo por el bozal
Se alejó del campamento
Tres horas antes del día
Para dirigirse al este
Desertor? Tal vez lo fue
No le importaba mucho
Pero desertor por conciencia
Quede bien entendido
- Soldado no es bandido
Para matar a un amigo
Solo porque lo ordena el jefe
Nunca más se supo de él
Porque nunca más volvió
Quién sabe para no escuchar
En las charlas de galpón
La tristeza de los temas
Recordando los toros muertos
Sacrificados en vano
Quién sabe para no escuchar
Su historia mal contada
Por quien nunca la entendió
Por quien solo recogió
De un gesto toda razón
La mentirosa apariencia
De haber negado la tierra natal
Como cobarde y desertor
Murió, seguramente, sin lograr
Realizar su sueño
Que es la imposible visión
De los puros de corazón
Ver la tierra natal unida
Sin que falte ninguno
En un gran baile común
A la sombra de una arboleda



Comentarios
Envía preguntas, explicaciones y curiosidades sobre la letra
Forma parte de esta comunidad
Haz preguntas sobre idiomas, interactúa con más fans de Apparicio Silva Rillo y explora más allá de las letras.
Conoce a Letras AcademyRevisa nuestra guía de uso para hacer comentarios.
¿Enviar a la central de preguntas?
Tus preguntas podrán ser contestadas por profesores y alumnos de la plataforma.
Comprende mejor con esta clase: