Mdma

El Viaje Psicodélico de 'Mdma' por Arpaviejas

La canción 'Mdma' de Arpaviejas nos sumerge en una experiencia intensa y caótica, reflejando los efectos de la droga MDMA (éxtasis) en el cuerpo y la mente del usuario. Desde el primer verso, el oyente es transportado a un estado de confusión y desorientación, donde el protagonista recobra el conocimiento justo al empezar a vomitar. Las luces de colores y la incapacidad de hablar son indicativos de un estado alterado de conciencia, típico de los efectos de esta sustancia.

El estribillo repetitivo 'Me empezó a subir, me empezó a bajar' captura la montaña rusa emocional y física que caracteriza el consumo de MDMA. Este vaivén refleja tanto el subidón eufórico como la bajada que puede seguir, encapsulando la naturaleza impredecible y a menudo abrumadora de la experiencia. La letra también menciona la incomprensión del deseo de bajar y la inevitabilidad de continuar una vez que se ha comenzado, lo que puede interpretarse como una metáfora de la adicción y la pérdida de control.

En la segunda mitad de la canción, el protagonista se encuentra en un estado de paranoia y desconexión, con gente que le habla pero que no está realmente allí. La búsqueda constante de más MDMA y la reflexión sobre el miedo y el deseo de recordar sugieren una lucha interna y una dependencia emocional hacia la droga. La repetición constante de las frases 'me empezó a subir' y 'me empezó a bajar' refuerza la sensación de un ciclo interminable y agotador, subrayando la naturaleza cíclica y a menudo destructiva del consumo de drogas.