Le Petit Bal Du Samedi Soir

El Pequeño Baile del Sábado por la Noche

En el viejo barrio,
Cargado de amor
Cerca del puente de La Villette,
Una noche paseaba,
Un estribillo se arrastraba,
Un aire de vals-musette.
Como un viejo amigo,
Tomándome de la mano,
Me dijo: 'ven'
¿Por qué ocultarlo?
De buena gana caminé
Y encontré...

El pequeño baile del sábado por la noche
Donde el corazón lleno de esperanza,
Bailan las jovencitas.
Sin gastos para el atuendo,
Para eso tienen el saludo.
Pero con la felicidad en los ojos
De todos los enamorados
Me conmovió, es tonto,
Entré en la fiesta
Con un aire digno y el corazón alegre.

Además, no faltaba nada,
Había todo lo necesario
Mejillones y vino tinto.
En la tercera botella se anima,
En la cuarta ya se está bien...

Entonces es mejor sentarse,
El dueño viene a verte
Y te dice 'es por mi cuenta'
Y así es todas las semanas
En el pequeño baile del sábado por la noche.

Lo has adivinado,
He vuelto,
Ahora conozco a todo el mundo.
Víctor y Titi,
Fernand el pequeñito,
Nenesse y Mimi la rubia.
Además, hay tantos ojos bonitos,
Que van de dos en dos,
Y así, en los rincones,
Se está tan bien
Como en el 'Tabarin'.

En el pequeño baile del sábado por la noche
Donde el corazón lleno de esperanza,
Bailan las jovencitas.
Sin gastos para el atuendo,
Para eso tienen el saludo.
Pero con la felicidad de las confesiones
Porque todos los enamorados
Se emocionan un poco.
Cuando el acordeón se detiene,
Van a sentarse de dos en dos.

De vez en cuando un chico
Entona una pequeña canción,
Haciendo soñar a las chicas.
En la oscuridad hay ojos que brillan,
Parecen pequeñas linternas.

Sí, linternas maravillosas
Del alegre carnaval
De la fiesta eterna.
Se abraza un poco más a su amor,
En el pequeño baile del sábado por la noche.

Un domingo por la mañana,
Con Baptistin,
El dueño de la taberna.
Nos sentamos a la mesa,
Y jugamos
Al trenecito cara a cara.
Como perdía mucho,
Jugó el camarero,
Dije 'banco'!
Gané, de hecho,
Y desde hace tres meses,
Es mío...

El pequeño baile del sábado por la noche
Donde el corazón lleno de esperanza,
Bailan las jovencitas.
Sin gastos para el atuendo,
Para eso tienen el saludo.
Pero con la felicidad en los ojos
De todos los enamorados
Me conmovió, es tonto,
Entré en la fiesta
Con un aire digno y el corazón alegre.

Baptistin, en apuros,
Ya no tenía trabajo
Al perder su tienda.
Pero como me cae bien,
Entonces lo tomé como empleado.
Y es él quien sirve las bebidas
A los enamorados en la oscuridad
En la barraca de tablas.
Del sábado al domingo,
En el pequeño baile del sábado por la noche