Amores de Estudiante

La Fugacidad de los Amores de Estudiante

La canción 'Amores de Estudiante' de Carlos Cacavelos explora la naturaleza efímera y a menudo engañosa de los romances juveniles. Desde el primer verso, 'Hoy un juramento, mañana una traición', se establece un tono de desilusión y transitoriedad. Los 'amores de estudiante' se comparan con 'flores de un día', subrayando su carácter pasajero y la falta de profundidad en las promesas hechas en la juventud.

La letra también hace referencia a la intensidad y la pasión de estos amores, como se observa en 'En unos labios ardientes, dejar una promesa apasionadamente'. Sin embargo, esta pasión está teñida de falsedad y engaño, como se menciona en 'De aquellos claros ojos siempre mintiendo amor'. La canción sugiere que estos romances están llenos de promesas vacías y emociones superficiales, lo que lleva a una inevitable traición.

El estribillo 'Fantasmas del pasado, perfumes de ayer' evoca una nostalgia melancólica por esos tiempos de juventud, aunque sean recordados con una mezcla de dolor y dulzura. Los 'fantasmas del pasado' y los 'perfumes de ayer' representan recuerdos que, aunque lejanos, siguen teniendo un impacto emocional. La repetición de estos versos refuerza la idea de que, a pesar de su fugacidad, estos amores dejan una huella duradera en la memoria.

En conjunto, 'Amores de Estudiante' es una reflexión sobre la naturaleza transitoria de los romances juveniles y la mezcla de pasión, engaño y nostalgia que los caracteriza. Carlos Cacavelos utiliza metáforas y un tono melancólico para capturar la esencia de estos amores, dejando una impresión duradera en el oyente.