Tardes Asuncenas

Nostalgia y Amor en las Tardes Asuncenas

La canción 'Tardes Asuncenas' de Carlos Cacavelos es una evocación nostálgica de tiempos pasados, enmarcada en la ciudad de Asunción. La letra está impregnada de un profundo sentimiento de añoranza y amor, donde el artista rememora los atardeceres y las calles de su juventud, así como a una amada que nunca podrá olvidar. La luz de los atardeceres y el mágico silencio de la ciudad son elementos que el cantante idolatra y que le traen a la memoria momentos de felicidad y amor.

El segundo párrafo de la canción refleja la incertidumbre sobre el paso del tiempo y los cambios que este trae consigo. El artista se pregunta si aún existirá esa esquina del barrio donde solía esperar a su amada, una imagen que está perfumada de jazmines y bañada por la luz del sol al atardecer. Esta estampa del recuerdo es una mezcla de belleza y melancolía, donde el beso del sol al marchar simboliza la despedida y el paso del tiempo.

Finalmente, la canción cierra con una imagen poética de las nubes y la brisa, que tal vez ya se han marchado, cansadas de no encontrar a los amantes juntos como antes. Sin embargo, el artista mantiene la esperanza de que su amor no ha muerto y que su amada aún lo espera. La flor de reseda en la cabellera de su amada es un símbolo de esperanza y amor eterno. Las tardes asuncenas, con su belleza y silencio, son el cofre donde el cantante guarda el recuerdo de su novia, un amor que perdura a pesar de la distancia y el tiempo.