Penquito e Coleto

La Travesura y el Amor en 'Penquito e Coleto' de Compay Segundo

La canción 'Penquito e Coleto' de Compay Segundo es una obra que mezcla humor, picardía y amor, elementos característicos del son cubano. La letra narra la historia de Remigio, un hombre que cuida con esmero a su potranca, pero un día se descuida y el animal se escapa para jugar con el 'penquito e coleto'. Esta metáfora puede interpretarse como una referencia a la pérdida de control sobre algo valioso, y la necesidad de aceptar las situaciones imprevistas de la vida. La repetición de la frase 'me tengo que conformar' subraya la resignación de Remigio ante lo inevitable.

En la segunda estrofa, la canción cambia de tono y nos lleva a un cañaveral, donde se desarrolla una escena de cortejo. Remigio recuerda un momento en el que alguien le pidió un trozo de caña, y él, con su machete en mano, estuvo dispuesto a defender su terreno. Sin embargo, la llegada de 'tu prima pura' cambia el curso de los acontecimientos, sugiriendo que la intervención de una tercera persona puede alterar el destino de una situación. Esta parte de la canción refleja la importancia de la comunidad y las relaciones interpersonales en la cultura cubana.

Finalmente, la canción se centra en Marina, una mujer cuya belleza es comparada con el oro, la plata y el agua cristalina. La repetición de su nombre y la mención de diferentes puntos cardinales ('del norte', 'del sur') enfatizan su omnipresencia y la admiración que despierta. La letra sugiere que Marina es una figura idealizada, un símbolo de perfección y deseo. La canción concluye con un tono de adoración y reverencia hacia esta figura femenina, cerrando con una nota de amor y admiración.