Ossos e Carne Diante o Desespero

Huesos y Carne Frente a la Desesperación

Padece el hombre pobre, desprovisto... Olvidado! Solo carne, solo sangre, abandonado al azar en los blancos pasillos de la muerte!
Gritos no escuchados, gemidos ignorados, lágrimas derramadas... Los ojos fueron cerrados. El ser decrépito enfermo, antes un trabajador ahora inválido, inofensivo. Estériles son sus gritos por una espera interminable. Aquel que explota ya será sentenciado por el impersonal soberano. Táctica genocida practicada contra nosotros, pobres y miserables. Desamparados, ahogados en un océano de desesperación. Contemplamos nuestra propia derrota. El último rastro de luz vital se desvanece con cada suspiro. En medio de escombros y chatarra de sombríos hospitales desprovistos, el cuerpo debilitado sucumbe. La enfermedad controlada durante décadas es para nosotros incurable. ¡Para nosotros no hay médicos! ¡No existen máquinas! ¡No hay remedios! ¡No hay cura! 'El despiadado sistema nos masacra con cada medida impuesta por el imperio. La élite quiere lucro, el poder público quiere sangre. Si no podemos pagar, ya no necesitamos vivir. Actuaremos como un soplo de esperanza en el valle inerte de la apatía. ¡Seremos fuertes, nosotros, hombres pobres, renaceremos!' ¡Huesos y carne frente a la desesperación! El olvidado ser inofensivo renacerá y por sus propias acciones derribará el muro que lo separa del derecho a la vida. Recorriendo la furia y la sangre el camino que lo llevará hacia la ansiada libertad.