Reaping Forest Calm

Cosechando la calma del bosque

Cobardes forman el velo. Degustación de la sal. Deseo mirando
espejo.
En la tarde vendrán. La compasión mancha nuestras manos. Insectos muerden
mis
ojos. Llamando eternamente a casa. Cosechando la calma del bosque. Himnos largos
dolorosos, un réquiem de día ennegrecido. Cayendo de rodillas para besar
la
lengua de los caballos. La luz de la luna invade, lujuria cancerosa. Dibujando
una sonrisa, valientes hombres lo han intentado. Con azúcar probamos, a través de
la oscuridad caemos. En recuerdos de esperanza perdida, sello mis ojos. A través
del toque del vértigo, y la brisa de los vientos del norte, en adelante busco y
para siempre estoy perdido. Se siente como una eternidad desde que vi la luz en
tu rostro por última vez, y si recuerdo bien, me dejaste el viento y me enseñaste
a volar. Debo tenerte una última vez y pagaré por mis pecados con mil latigazos
del tallo de las rosas a través del pecho mismo que sostiene mi corazón palpitante.