Szentföld

Tierra Santa

Tierra Santa

Allí, donde el recuerdo del pasado se eleva de cada piedra,
Allí, donde el viajero cansado encuentra su hogar,
Allí, donde el viento cuenta antiguos secretos:
Una hoguera que no se apaga, arde con orgullo.

Un pueblo que espera el regreso de su hijo desde lejos,
Una tierra que guarda fielmente la palabra de sus hijos.
Una canción que no deja de resonar, estamos unidos,
Como rocas destrozadas por la tormenta, pero juntos: ¡permanecemos!

Cada piedra, cada flor de esta tierra es sagrada.
El pequeño pueblo de esta tierra es sagrado, y su sueño.
En tiempos de sangre y caos, quedó solo,
Y asumió lo más difícil: ¡se mantuvo fiel a la verdad!

La mano del hombre puede construir una casa que el tiempo pueda destruir.
De entre las ruinas antiguas escondidas en el bosque, puede crecer la hierba,
Un tiempo malvado puede traer nuevas y tristes desgracias,
Pero de las tumbas de nuestros ancestros brotará la vida.

Tierra Santa, acoge a tu hijo desleal.
Perdónanos si no escuchamos tus antiguas y bellas palabras.
La sangre vive y la canción suena, que te ama hasta la muerte,
Incluso con el derramamiento de sangre, perdonaría a tu pueblo.

Que lloren lágrimas los cielos,
Que caigan las hojas de los árboles.
Que el cielo también llore,
Que la sangre de las rocas se derrame.
El río silencioso abandona su cauce,
El viento, el fuego, el hielo y el rayo,
Libera sus cadenas.