A Morte do Vaqueiro

El Lamento del Sertão: La Muerte del Vaqueiro

La canción 'A Morte do Vaqueiro' de Dominguinhos es una conmovedora elegía que rinde homenaje a la figura del vaquero nordestino, un personaje emblemático del sertão brasileño. La letra describe una tarde triste en la que el ganado muge sin cesar, lamentando la ausencia de su vaquero, quien ya no vendrá a aboiar, es decir, a cantar para guiar al ganado. Este canto, representado por el repetitivo 'Tengo, lengo, tengo', es una onomatopeya que imita el sonido del aboiar, un elemento cultural profundamente arraigado en la vida rural del noreste de Brasil.

Dominguinhos, conocido por su maestría en el acordeón y su contribución al forró y otros géneros musicales del noreste, utiliza esta canción para destacar la vida dura y a menudo olvidada de los vaqueros. El vaquero, descrito como valiente y trabajador, muere sin dejar dinero y su nombre es rápidamente olvidado en las quebradas del sertão. La canción subraya la injusticia y el olvido que sufren estos trabajadores, quienes, a pesar de su importancia en la economía y cultura local, no reciben el reconocimiento que merecen.

La imagen del vaquero enterrado en una tumba humilde, recordado solo por su perro que aún llora su pérdida, es una poderosa metáfora de la soledad y el abandono. Este dolor es compartido por el ganado, que también siente la ausencia de su cuidador. La repetición de 'Tengo, lengo, tengo' a lo largo de la canción refuerza el sentimiento de pérdida y melancolía, creando una atmósfera de tristeza y reflexión sobre la vida y la muerte en el sertão. Dominguinhos, a través de su música, no solo preserva estas tradiciones, sino que también da voz a aquellos que han sido olvidados por la historia.