Calle Schewens Vals

Vals de la Calle Schewen

En los brazos de Roslagen en la isla floreciente,
donde las olas chapotean contra la orilla,
y las cañas mecen y el heno recién cortado,
me llega su aroma de vez en cuando.

Allí me siento en el porche en un banco,
y observo a las charranes y gaviotas,
que se lanzan hacia el fiordo con destellos y salpicaduras,
buscando su alimento con avidez.

Yo mezclo pacíficamente mi café con ron,
para un agradable sabor y fuerza,
y escucho el tentador sonido del acordeón,
que se escucha desde mi cabaña.

Soy como un niño, aunque sea abuelo,
¡sí, la juventud bulle en mí!
Solo empeora con los años eso de
bailar y coquetear con las chicas.

Pero hey, todos los amigos que visitan mi isla,
soy sobrio y sensato.
Cuando amanezca, empacaré mi heno
y revisaré doscientos anzuelos.
¡Maldita sea, atardecer, y lárgate ya!
¡Arde en la cima de los pinos!
Aquí baila Calle Schewen
con la rosa de Roslagen,
baila hasta que salga el sol!