Rico Herdeiro

Heredero Rico

¿Te gusta andar con delincuentes? re: mmm... me gusta. ¿Por qué? re: ¿Por qué cómo? Hay muchas personas que disfrutan humillando a los más jóvenes, pero cuando empezamos a andar con los delincuentes, también comenzamos a unirnos al grupo que se ensaña con los más jóvenes. ¿Qué quieres ser cuando crezcas? re: mmm... Quiero ser delincuente. Una vez más, el chico está loco, hierro en la cintura, ¿quién será esta vez mi hermano? Momentos de dolor por causa de un disparo. ¿Por qué, Dios mío, muchos caen en trampas? ¿Será el destino de la vida o una alternativa sin salida? Armas en todas las casas, asesinatos a plena luz del día, hijos que toman un arma y disparan a sus propios hermanos. Son varias las madres que lloran al ver a sus hijos disparar, y esto solo termina en muerte y desesperación, por drogas, por dinero. Pero piensa un poco conmigo, ¿en esta vida quién será el enemigo? Ya he sentido el dolor del disparo que te hiere, en este camino, ¿quién será el traidor? ¿El presidente, su dueña, el hablador o el falso pastor, que usa sus palabras sin saber las consecuencias de lo que puede suceder? Por unos minutos, detente y piensa, escucha, sé consciente, abre tu mente. Soñar es necesario, si estoy equivocado, entonces demuéstramelo, ¿cuántos por ahí soñaron y tuvieron su sueño interrumpido? Soñaron despiertos. No me quejo, no soy un rico heredero, voy, pero sabiendo que regreso, uso, pero sabiendo que no puedo, así es el sistema, las calles no admiten fallas ni errores, el chico enciende otro para aliviar los nervios. ¿Tienes padre? re: no, mi padre ya murió. Re2: si alguna vez tengo la oportunidad, pretendo salir de esto. Pero mi vida es así, no salgo de aquí, de aquí viene mi supervivencia. Re3: no les voy a decir que soy delincuente, estoy en medio, ¿entiendes? Les hago favores, pero no voy a decir que soy delincuente, un delincuente es cuando usamos un arma, portamos un arma, vendemos marihuana, cocaína. Otro día termina y la noche se acerca, con ella la incertidumbre y el espanto, no sé si me la puedo, voy a dar una vuelta, necesito bendecirme, necesito suerte, porque aquí en el barrio la madrugada huele a muerte, la situación es loca, solo de pensarlo me pone la piel de gallina. ¿Tienes un cigarrillo, amigo? Déjame darle una calada, mi estado emocional está un poco afectado, disculpa si parezco débil. No siempre fue así, pero cuando la neurosis aumenta, llego a pensar que es el fin, ¿quién no se ha sentido así, tirado, perturbado, pensando que está loco, en qué lugar estoy, será este el fondo del pozo? No puedo dejarme vencer, siempre fui un tipo con un comportamiento correcto. ¿Qué hacer? Tengo que salir de esto, pero el tiempo no se detiene, pasa rápido, tengo prisa. Veo dos caminos frente a mí, pero solo puede ser una elección o decisión, lanzarme o empuñar un revólver, sumergirme en este mundo loco de ladrones, ser uno más que sigue la ley del más fuerte, ahí está la cuestión.