This Is Giving Up

Esto es rendirse

Él es un hombre frágil, demasiado débil para sostener una opinión fuerte,
pero eso no lo detiene de intentarlo.
Lleva su piel alrededor de sus huesos alrededor de sus tripas alrededor de su necesidad de creer,
que todo lo que está en él es todo lo que alguna vez necesitará.
Tendencias complacientes llevan a avivar sueños de cocaína para hacer sus recuerdos.
Una mano en la cuna, la otra en la tumba.

Estoy cansado de tus aseguranzas porque sabía que te portarías mal.
Mientras su mente se apaga y se enciende, se tambalea por los pasillos de su cerebro.
Arrastrando cualquier integridad que aún pueda poseer, vende su sinceridad por ambición fallida.
Y trata de sembrar las semillas para hacerlas crecer.

He caminado lo suficiente.
Mis pies atestiguan un viaje probado y desgastado.
Nuestros rastros de cigarrillos nos llevan a donde todo comenzó.
Esta es la parte en la que te digo que ya no más. Esto es rendirse.
Nunca antes fuiste tan difícil de entender cuando parecías tan prometedor.
Eras impresionable aún, inspirador de igual manera.
Pero abandonaste a tus amigos para encontrar conocimiento en brazos ajenos.
Pero ¿qué conocimiento obtuviste? ¿qué conocimiento obtuviste?
¿Un fuerte sabor farmacéutico?

Comienzos fuertes guiaron mis expectativas.
Ahora, ambos lo entendimos mal.
Tú das y recibes y yo recibí menos.
No soy egoísta, solo intento entenderlo.
Hemos estado haciendo negocios, no apoyándonos.
Pero nunca dejaré de pedir que mi amigo regrese.
Se necesita un hombre fiel para confiar en la llegada segura de su hijo.
¡Pero mi Dios me dio mucho más!

El pecado se derramó como para pintar la tierra de negro,
mientras yo permanecía claramente quebrado.
“Sé que necesitabas a alguien”, resonó una voz, “así como él te necesita a ti”.
“Así que tomaré tu mano y te daré fuerza”.

Dios mío, tú, nunca te detuviste. Nunca te rendiste conmigo.