Me Ando Paseando

El Viaje del Amor: Un Paseo por la Nostalgia y la Pasión

La canción 'Me Ando Paseando' de Hugo Velazquez es una oda al amor y a la nostalgia, envuelta en un viaje físico y emocional. Desde el primer verso, el artista nos transporta a un paseo bajo los árboles, un escenario que simboliza la tranquilidad y la belleza de los momentos compartidos con un ser querido. Las ramas verdes que cubren sus amores representan la protección y el refugio que el amor proporciona, mientras que la súplica a su 'chiquitita' para que no llore resalta la ternura y el consuelo que busca ofrecerle.

El viaje continúa con una referencia a su salida de México a las once de la noche, un momento que puede simbolizar el inicio de una nueva etapa o una búsqueda de algo perdido. La llegada a Querétaro y la parada en una cantina para tomar una copa sugieren una pausa en el camino, un momento de reflexión y de conexión con las raíces culturales. La cantina, un lugar emblemático en la cultura mexicana, se convierte en un espacio de encuentro y de celebración de la vida y el amor.

Finalmente, el artista menciona los 'trece días' que le toma llegar a su tierra, un viaje que se acompaña de la luna, las cabrias y la estrella marinera. Estos elementos celestiales pueden interpretarse como guías y testigos de su travesía, simbolizando la esperanza y la constancia en su camino hacia el reencuentro con su amada. La repetición de la frase 'Hay que chulo y que bonito es el amor' refuerza la idea de que, a pesar de las dificultades y la distancia, el amor sigue siendo una fuerza poderosa y hermosa que vale la pena celebrar y perseguir.