None Shall Defy

Nadie Desafiará

Escúchanos oh fuerzas de la oscuridad
Te invocamos desde el abismo de ébano del infierno
Negra es la noche
Aunque las velas ardan brillantes como la sangre de esta joven virgen
Que derramaremos
Mira en el cristal y ve la niebla girando
Somos siervos de los poderes supremos
Cantando invocaciones
Bebiendo de los cráneos de las almas que fueron
Masacradas por ti
Arrodillados en el altar llamando a satanás
Prometemos nuestra lealtad con nuestras vidas
El poder demoníaco señala que ahora es la hora
Y la perra de Cristo morirá
¡Levanta alto el puñal sacrificial, instrumento brillante de muerte!
Quema la cruz del diablo en su piel
¡Hunde la hoja en su corazón aterrorizado!
¡Su cuerpo se retuerce en éxtasis
Su mente grita en agonía
Atrapada en la sensación del abrazo de la muerte!

Consumado en los fuegos del infierno, la semilla de los demonios es sembrada
En carne devastada ni viva ni muerta, el íncubo hace su hogar
Como un mal parásito, alimentándose de su alma inmaculada, el embrión impío
Toma forma con intervención divina uniendo al hombre mortal con el señor oscuro
Señor del mal, príncipe de las tinieblas, esperamos el nacimiento, la señal, tu salvación negra
Niño no nacido, descendencia del diablo en medio del sonido de la carne desgarrada contemplamos tu rostro

Retuércete y lamenta, escucha el rechinar de dientes y el lamento de almas
Cielo negro enviado, pastor del rebaño con un bastón musical y las multitudes cantan

Nadie desafiará, nadie desafiará