Carbón y Sal

Carbón y Sal: Un Viaje Poético por la Nostalgia y el Amor

La canción 'Carbón y Sal' de Jaime Roos es una obra cargada de simbolismo y nostalgia. Desde el inicio, la letra nos sumerge en un paisaje urbano desolado, donde 'carbón y sal' representan los restos de algo que alguna vez fue hermoso, ahora reducido a vestigios. La combinación de elementos como 'azufre y miel' sugiere una dualidad entre lo amargo y lo dulce, lo destructivo y lo constructivo, reflejando una época errante y llena de contrastes. La mención de 'un geso de tinta y papel' evoca la fragilidad y la transitoriedad de la vida y las emociones humanas.

El estribillo, con las 'luces de la rada' y los 'barcos balanceándose al viento', añade una capa de melancolía y movimiento. Los barcos, descritos como 'amargos' y 'blindados', parecen simbolizar las almas humanas, navegando lentamente a través de la vida, cargadas de experiencias y emociones. La repetición de estos elementos refuerza la sensación de un viaje continuo, lleno de incertidumbre y ansias.

En la segunda parte de la canción, Roos introduce la figura del 'hombre y mujer', comparándolos con 'yegua y corcel', una metáfora que sugiere una relación apasionada pero también conflictiva. La 'polvorienta volanta' y los 'cascos de infiel' añaden una sensación de urgencia y traición. La referencia a 'torre y alfil' en un juego de ajedrez simboliza la estrategia y la cautela en las relaciones humanas, evitando palabras y guardando secretos. En conjunto, 'Carbón y Sal' es una reflexión poética sobre la vida, el amor y la inevitable marcha del tiempo, envuelta en una atmósfera de melancolía y belleza.