Oro

Oro

¿Cuál es la noticia
Que trajiste de parte del Rey?
¿Qué fue lo que el enemigo
Te mandó decir, qué decreto firmó que debo saber?
¿Cuál es el edicto que debo obedecer?
Una vez más, una prueba de fuego, no huiré.

Príncipes y presidentes pueden querer
Que deje de adorar, pero no lo lograrán.
De repente, un mensajero abrió un pergamino;
En él estaba escrito y confirmado un edicto real.
Si durante treinta días adoraban a otro Dios que no fuera el Rey, sufrirían un castigo mortal.
Y Daniel oró.

Pueden perseguirme, pero yo oro.
Si se unen en mi contra, yo oro.
Pueden difamarme e incluso intentar matarme.
Pueden querer arrojarme al foso y poner una piedra en la puerta.
Pero conmigo estará el león de la tribu de Judá.
Oro, soy un adorador.
Oro, él ya me ha librado.
Oro, este Dios es fiel, nadie puede matar a un hijo suyo.
Oro, el enemigo ya está muerto.
Oro, mi fe no ha perecido.
Oro, el ángel cerrará la boca del león y me librará.