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Cafe Shabu
John Cale
Cafe Shabu
Welcome to the cafîdhabu. permit me to introduce you to some of
our regulars. starting on my immediate left, ladies and
gentlemen, here in cafîdhabu, you’ll note a poet, a man of
words by tr
And yes, that’s a refugee from an unnamed political philosophy,
come here to spread his message of joy and peace amongst us.
thank you very much sir. over here, next to him we see a lady
who has
Ed-in a lifestyle of the rich and famous for work with
underprivileged and exceptional children which I am sure makes
her very pleased with herself, ladies and gentlemen. sitting
next to her a m
Letters and words and moods. a man who spent most of his life
deceiving himself and now finds himself facing six years in
rehabilitation prison and a death sentence on the outside.
sitting next
Im on a banquette, a ballerina. she’s had two grapes, a raisin,
and a chicklet, and she’s full. in fact, she’s been stuffed for
years. next to her are two spinsters knitting their way in and
out
Arious predicaments coloure
D by the excesses of their ancestors. and close by them, some
surreal painter’s brooding over the very over-emphasis of
colour-violence. violence on the blue end of the scale. next to
them, two
Uty detectives checking each other out. next door to the
sugarholics, see them shivering, see them staring into the
distance, see them growing, oh, see them go comatose. insulin
please, maitre d
My immediate right several politicians smiling lizard-like, see
them assure themselves that their status is indeed quo.
Rip up the cheques said the maitre d’. see if I care. I do this
for the company. I’ve got no-one to trust any secrets to but
myself. in the basement, in the vault, in the attic on the walls
are
Ictures I take in part-payment for my time. and the waitress
reminds you that in the backroom bathed in red, glowing with the
speed of light that reflects the demands of the living for the
dead,
Our angels, a host at your service to meet your every need. so
order up, the waitress said. our great cafîderves everything.
Café Shabu
Bienvenidos al café Shabu. Permítanme presentarles a algunos de nuestros habituales. Comenzando a mi izquierda inmediata, damas y caballeros, aquí en el café Shabu, notarán a un poeta, un hombre de palabras por
Y sí, ese es un refugiado de una filosofía política sin nombre, que ha venido aquí a difundir su mensaje de alegría y paz entre nosotros. Muchas gracias, señor. Aquí, junto a él, vemos a una dama que ha
Ingresado a un estilo de vida de los ricos y famosos por trabajar con niños desfavorecidos y excepcionales, lo cual seguramente la hace sentir muy satisfecha consigo misma, damas y caballeros. Sentado
Letras y palabras y estados de ánimo. Un hombre que pasó la mayor parte de su vida engañándose a sí mismo y ahora se encuentra enfrentando seis años en prisión de rehabilitación y una sentencia de muerte en el exterior. Sentado
Estoy en un banquete, una bailarina. Ella ha comido dos uvas, una pasa y un chicle, y está llena. De hecho, ha estado llena durante años. Junto a ella hay dos solteronas tejiendo su camino dentro y fuera
De diversas situaciones coloreadas
Por los excesos de sus ancestros. Y cerca de ellas, algunos pintores surrealistas reflexionando sobre la excesiva énfasis en la violencia del color. Violencia en el extremo azul de la escala. Junto a
Ellos, dos detectives de belleza observándose mutuamente. Al lado de los adictos al azúcar, véanlos temblar, véanlos mirar fijamente hacia la distancia, véanlos crecer, oh, véanlos entrar en coma. Insulina
Por favor, maitre d'
A mi derecha inmediata, varios políticos sonriendo como lagartos, véanlos asegurarse de que su estatus es realmente quo.
Rasguen los cheques, dijo el maitre d'. Vean si me importa. Hago esto por la compañía. No tengo a nadie en quien confiar secretos más que en mí mismo. En el sótano, en la bóveda, en el ático en las paredes
Hay
Fotos que tomo como parte de pago por mi tiempo. Y la camarera les recuerda que en la trastienda bañada en rojo, brillando con la velocidad de la luz que refleja las demandas de los vivos por los muertos,
Nuestros ángeles, un grupo a su servicio para satisfacer todas sus necesidades. Así que pidan, dijo la camarera. Nuestro gran café sirve de todo.
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