Tres Mil Millones de Latidos

La Transitoriedad de la Vida en 'Tres Mil Millones de Latidos' de Jorge Drexler

La canción 'Tres Mil Millones de Latidos' de Jorge Drexler es una reflexión profunda sobre la transitoriedad de la vida y la naturaleza efímera de nuestra existencia. Desde el inicio, Drexler se presenta como un 'pasajero', alguien que está de paso en este mundo, sin intención de llevarse nada ni de dejar una huella negativa. Esta idea se refuerza con la metáfora de no usar el mundo como un 'cenicero', sugiriendo un respeto profundo por el entorno y una vida vivida con ligereza y consciencia ambiental.

La letra también aborda la incertidumbre y la falta de pertenencia. Drexler menciona que está 'sin nombre y sin saber su paradero', lo que puede interpretarse como una sensación de desorientación en la vida. La figura del jardinero, que no responde a sus preguntas, simboliza quizás la naturaleza misma o el destino, que no siempre ofrece respuestas claras. Esta falta de certeza se contrasta con la idea de que algunas personas tienen un lugar al que pertenecen, mientras que él se siente como un nómada, alguien que está simplemente 'de paso'.

Finalmente, Drexler introduce una reflexión sobre el tiempo y la creación. La mención de los 'tres mil millones de latidos' sugiere una vida medida en momentos preciosos y finitos. La canción cierra con una aceptación de esta transitoriedad, abrazando la idea de estar aquí solo por un tiempo limitado. La repetición de 'Yo estoy aquí, de paso' refuerza esta aceptación y la idea de vivir el presente con plena consciencia de su temporalidad. En conjunto, la canción es una meditación poética sobre la vida, la pertenencia y el paso del tiempo, invitando al oyente a reflexionar sobre su propia existencia y el impacto que desea dejar en el mundo.