Un País Con El Nombre de Un Río

Nostalgia y Pertenencia en 'Un País Con El Nombre de Un Río' de Jorge Drexler

La canción 'Un País Con El Nombre de Un Río' de Jorge Drexler es una profunda reflexión sobre la nostalgia, la identidad y el sentido de pertenencia. Drexler, un cantautor uruguayo conocido por su lirismo poético y su habilidad para mezclar géneros musicales, utiliza esta canción para explorar su conexión con su tierra natal, Uruguay, un país que lleva el nombre del río Uruguay. La letra está impregnada de imágenes evocadoras que reflejan la añoranza por un 'edén olvidado' y un 'campo al costado del mar', lugares que simbolizan la patria y los recuerdos de la infancia.

El estribillo de la canción, que repite 'Llévame hasta mi casa, brisa del mar', es una súplica a la naturaleza para que lo lleve de vuelta a su hogar. La 'brisa del mar' se convierte en un símbolo de la conexión con su tierra y sus raíces. La mención del 'olor de la tierra mojada' y la 'brisa del mar' son metáforas sensoriales que evocan la memoria olfativa y táctil, elementos que son difíciles de olvidar y que anclan al individuo a su lugar de origen. La canción también aborda la dificultad de la migración y el desarraigo, temas recurrentes en la obra de Drexler, quien ha vivido en varios países a lo largo de su vida.

La segunda estrofa introduce la idea de un 'sueño y un pasaporte', comparando a los migrantes con aves que buscan el norte cuando el invierno se acerca. Esta metáfora subraya la naturaleza cíclica y forzada de la migración, así como la esperanza de encontrar un lugar mejor. Sin embargo, Drexler también reconoce la amargura y la espera prolongada ('varios lustros de tragos amargos') que a menudo acompañan a este proceso. La referencia a las 'flores del Jacarandá' que nunca llegan a florecer simboliza las expectativas no cumplidas y la melancolía de los sueños no realizados.

En resumen, 'Un País Con El Nombre de Un Río' es una canción que captura la complejidad de la identidad y la pertenencia, utilizando imágenes poéticas y metáforas para expresar la profunda conexión emocional con la tierra natal y la dificultad de vivir lejos de ella. La obra de Drexler es un testimonio de la experiencia migratoria y la búsqueda constante de un lugar al que llamar hogar.