Menino de Rua

Niño de la Calle

PARTE HABLADA: En una comisaría entró un niño acompañado de un soldado sosteniendo su bracito, harapiento y delgado, lloraba asustado para declarar fue puesto frente al delegado, el doctor con una mirada severa al niño le preguntó: ¿Qué hizo 'trombadinha' que esta vez se metió en problemas? Con un poco de miedo y vergüenza y sin mirar al delegado con la punta sucia de la camisa se secó la carita mojada, luego dijo: señor doctor, ¿me permite contar cómo vivo en la calle y por qué tengo que robar?

Pido permiso para contar mi historia, no tiene belleza ni gloria, está hecha de desamor. Sería bueno si esto fuera diferente, me gustaría ser gente como usted, señor doctor. Pero no pude asistir a ninguna escuela, pues ni siquiera me dieron un nombre cuando nací. ¡Soy rechazado por las autoridades competentes! Si tuve padre y madre nunca los conocí!

¿Qué seré aquí en este mundo perdido? Seguramente un bandido si logro crecer. Lo veo difícil, pues ya soy un delincuente con solo ocho años, robo para sobrevivir. Soy conocido como niño de la calle, soy la historia de una sociedad vil. Soy un producto en el mercado rechazado, que cruelmente el mundo produjo.

Son tantas noches en las que duermo a la intemperie, en las escaleras de un templo, hago mi cama allí. Tanto lujo en una casa de concreto, cuando la inversión correcta sería un lugar para mí. Pero no me quieren, soy un niño rechazado. Una pesadilla para la sociedad aquí. La verdadera religión no son templos suntuosos, sino cuidar a Cristo que reside en mí.

Es muy difícil vivir sin hogar, sin amor, si robo, señor doctor, es porque necesito comer. Muero de envidia cuando veo a otros niños bien educados, deseo ser como ellos. Dado que no pude tener un hogar aquí en la tierra, solo Dios puede resolver mi caso. Voy a pedirle que en el cielo me dé un hermoso hogar si es que lo merezco.