El Hombre Sin Rostro

Paseas en limusina por Nueva York
mientras tus hombres cumplen su labor
el Amazonas es talado por órdenes de tu agrado
hasta el último resto de oxígeno nos quieres quitar.
Sólo los elefantes deben usar marfil
basta ya de arpones nipones
a veces frente al espejo ves tus decepciones
son solo reflejos de tus ambiciones.
No te importa nada, nada más que vos
borras de un plumazo lo que se creó.
Sueñas y tus sueños son pesadillas
te encuentras solo en el desierto
lloras por lo que creaste
ese monstruo amenazante, Frankenstein ganaste.
Dejen a las ballenas hacerse a la mar
o la guerra verde en carne propia, propia sentirás.
No te importa nada, nada más que vos