Una sola cosa

El anhelo de una sola cosa: Amor en la poesía de Spinetta

Luis Alberto Spinetta, uno de los músicos más influyentes del rock argentino, nos presenta en 'Una sola cosa' una canción cargada de melancolía y deseo. La letra refleja un anhelo profundo y casi desesperado por el amor, un sentimiento que parece ser la única cosa que puede dar sentido a la vida del narrador. Desde el inicio, Spinetta nos sumerge en una espera sin razón aparente, una espera que se convierte en un giro constante alrededor de la idea de amar. Las calles que se arrastran y el anciano que mira sin saber si es real, son metáforas de una vida que se siente estancada y sin dirección, a menos que el amor intervenga para darle propósito.

El estribillo de la canción, 'Una vez te ofrecí mi amor, esta vez solo quiero una sola cosa', resalta la evolución del deseo del narrador. Antes, el amor era algo que se ofrecía, quizás de manera más inocente o desinteresada. Ahora, el amor se ha convertido en una necesidad vital, una única cosa que puede llenar el vacío existencial. La repetición de 'una sola cosa' enfatiza la urgencia y la simplicidad del deseo, como si todo lo demás en la vida hubiera perdido su importancia.

En la segunda estrofa, el narrador habla de soñar y olvidar, sugiriendo una lucha interna entre el deseo y la realidad. El despertar trae consigo el olvido, pero también la persistencia del anhelo. La imagen del viento que antes hablaba y ahora solo mueve algunas hojas, simboliza la pérdida de la magia y la comunicación con el mundo, dejando al narrador en un estado de desolación. La canción culmina con una súplica directa: 'Dame una sola cosa, amor', un ruego que encapsula toda la vulnerabilidad y la esperanza del narrador. Spinetta, con su estilo poético y profundo, nos invita a reflexionar sobre la naturaleza del amor y su capacidad para dar sentido a nuestras vidas.