APRENDIENDO A VOLAR

El Vuelo del Alma: Explorando 'Aprendiendo a Volar' de María José Llergo

La canción 'Aprendiendo a Volar' de María José Llergo es una profunda reflexión sobre el crecimiento personal, la superación y la conexión espiritual. Desde el inicio, la artista nos presenta una imagen de aspiraciones elevadas, simbolizadas por las cimas y cumbres que observa desde su ventana. Estas alturas representan metas y sueños que parecen inalcanzables, pero que, a pesar de la distancia, no dejan de ser un objetivo constante en su vida. La 'bandera clavada' sobre sus espaldas sugiere una carga o responsabilidad que lleva consigo, una lucha interna que la impulsa a seguir adelante.

A lo largo de la canción, Llergo explora la dualidad del éxito y la pérdida. La frase 'Si cada vez que gano me pierdo' refleja la paradoja de alcanzar logros a costa de perder partes de uno mismo. Este sentimiento de sacrificio y la búsqueda de un equilibrio se manifiestan en la imagen de su 'esquela bordada sobre el firmamento', una metáfora que sugiere la inmortalización de su lucha y su legado en el universo.

El acto de aprender a volar es una metáfora poderosa para el proceso de autodescubrimiento y liberación. Al alzar su vuelo, Llergo busca una conexión más profunda, un deseo de tocar a alguien, aunque sea por un instante, antes de que el cielo lo reclame. La repetición de 'corto el aire con mis dedos' evoca la sensación de libertad y ligereza, similar a la de los pájaros en vuelo. Además, la imagen de las nubes que cubren el suelo con 'sábanas blancas e inmaculados pañuelos' sugiere un consuelo y una paz que se ofrece para calmar el llanto y el dolor. En última instancia, la canción es un viaje emocional y espiritual, una búsqueda de significado y conexión en medio de la lucha y la superación personal.