Aquele Lengo-Tengo

Ese Lengo-Tengo

Vendo el amanecer en una colina,
refrescando la vida hago la oración
Y recuerdo el Baión reinando,
en el tiempo en que Luiz cantaba en mi Juá
De tanto amor disfruto en tu sombra,
historias contadas por quienes me aman
Y espero para cuando nos veamos de nuevo,
matar la añoranza contenida en ese lengo-tengo...

Sigo el atardecer en esa sombra,
arriesgando la sed que avanza
Entrego la saliva al deseo,
devorar el dulce de los verdes cañaverales
Reconocidos por su belleza,
que saludan a los vientos, vuelan carcarás
Atentos para reconocer
los inconfundibles llamados de ese Lengo-tengo...

Sigo el anochecer para amar,
en un fresco sereno he de encontrar
El reconocido canto,
el brillo del viejo Gonzaga en su luna
Caen sobre las velas y los faroles,
ardientes doncellas de fuego ajeno
Tareas de un noble Sertão,
baiões inspirados en las leyendas de ese LENGO-TENGO...