The Best Part (Interlude)

La Esencia de la Música en 'The Best Part (Interlude)' de Meghan Trainor

En 'The Best Part (Interlude)', Meghan Trainor nos ofrece una reflexión sincera y emotiva sobre su pasión por la música. La canción comienza con la afirmación de que su corazón está lleno de ritmo y su mente está repleta de melodías. Esta metáfora sugiere que la música es una parte integral de su ser, algo que la define y la impulsa. La ausencia de dolor en su corazón alude a la alegría y la satisfacción que encuentra en la música, una fuente de consuelo y felicidad en su vida.

La letra continúa destacando que, para Trainor, la mejor parte de ser cantante no es solo la creación de música, sino la oportunidad de compartir sus canciones con el mundo. Este acto de compartir es visto como un regalo, una forma de conectar con los demás y de expresar sus emociones y pensamientos más profundos. La repetición de la frase 'singing to the world, my songs' enfatiza la importancia de esta conexión y la gratificación que siente al poder llegar a tantas personas a través de su arte.

Meghan Trainor, conocida por su estilo pop con influencias retro, utiliza esta breve interludio para recordarnos el poder de la música como medio de comunicación y expresión personal. La canción es un testimonio de su amor por la música y su deseo de tocar los corazones de sus oyentes. En un mundo donde a menudo se valora más el éxito comercial, Trainor nos recuerda que la verdadera esencia de ser artista radica en la autenticidad y la capacidad de compartir algo genuino con el mundo.