For Blasphemy We Bleed

Por Blasfemia Sangramos

Manta sucia se asienta, trae devastación. Odio en nuestros corazones, sangre en nuestras manos. Esta paz fracturada, huesos crudos defendiendo. La guerra de corazón negro nunca termina.
Por blasfemia sangramos, destrozamos la cruz de la codicia. Cortamos la garra de Satanás negándonos a creer. Lobotomía de metralla, matanza impía - de cruzados con ojos vacíos e invasores despiadados. El fin de la inocencia, esta legado cojo, el pecado de la ignorancia, la bestia de la violencia. Esta paz fracturada, huesos crudos defendiendo. La guerra de corazón negro nunca termina. La redención está enterrada bajo un campo ensangrentado de cadáveres podridos. Rendimos nuestro instinto de matar o presenciamos la existencia desmoronarse. Convertirse en cenizas, arder vivo en escenas de sufrimiento, las ciudades caen en el abismo. Cortar la garganta de nuestra humanidad, hambrear al niño de nuestra santidad, decir adiós a los sueños de unidad, abrazar el juramento de destruir a nuestros hermanos y hermanas. Masacrar sus creencias si no comparten nuestra fe, si no son de nuestra raza, si su piel no es como la nuestra y no comparten nuestra lengua. ¿En qué nos hemos convertido? Estas guerras racistas de odio en las calles y campos de batalla. Es nuestro momento de tomar una posición contra el reinado de la corona esquelética. No podemos simplemente mirar mientras otros se estrellan y arden en nuestro mundo. Somos las víctimas de una guerra que no quisimos ver, es nuestra sangre la que mancha las calles y los campos de batalla. Somos las víctimas de una guerra que no quisimos ver, no podemos pasar estas riendas a nuestros hijos. Contra su plaga de odio unámonos y defendamos nuestro terreno, nuestra voluntad no puede ser derrotada si somos una sola raza. Podemos recuperar lo que es nuestro.