II

II

Se erige contra un horizonte sombrío
un monumento y corona
lo construimos alto y fuerte
fortaleza inmortal
piedra por piedra fue lanzada
enterrada en el suelo debajo, humillada
señal despiadada de advertencia

saludamos a la muerte y al fin de nuestro mundo
el sonido de la campana parte los cielos. Edén, tierra
amarga devastación y derrota total
regocijándonos en nosotros mismos
nuestro triunfo final
refugio
ahí es
donde
nos encontramos

tragado mi amigo en la miseria
me derrumbo y caigo junto a ella
un toque
despierto
ella no está ahí

a través de los humos me elevo por encima
de los cielos oscurecidos que hemos conquistado
aire muerto respiro para huir
de la escoria que hemos engendrado

vago solo y siento el horrible hedor estancado
empujado hacia la oscuridad oscilante

muerte moderna y fútil dimos a la naturaleza salvaje
que nos devolvió
un enemigo creado por nuestras propias manos
mató a todos menos a nosotros mismos

contempla un campo de batalla abandonado
una vergüenza, ruina deshonrada para toda la humanidad

lo que yace allí
no es nada por lo que valga la pena morir
sino para apartarse y huir
escupo en ti, lugar desolador