I, Hedonist

Yo, Hedonista

El mesías epicúreo, líbranos de nosotros mismos. Nuestro idilio con nuestras propias reflexiones, de la inmoralidad y todo lo que conlleva. ¿Los hedonistas, prostitutas, herejes... todos ven ojo a ojo? La búsqueda del placer y nuestra naturaleza carnal, el premio por el cual moriremos. Salud a la muerte, salud al sexo, salud a la lujuria, salud al horror, salud al placer, salud al dolor... en nuestra vacuidad no tenemos nada que ganar. Aristipo está muerto. Nos uniremos a él en la tierra. El placer es nuestra búsqueda primordial. Dormiremos en la tierra. La exhibición humana. El zoológico de la lujuria. Banqueteando con la carne de prostitutas. Contemplando a rameras y putas. Acostarnos en la suciedad, para reemplazar nuestro suelo sagrado, cargar la codicia en nuestras palmas, inguinales infectadas abundan... código de barras sexualidad: nuestra fábrica de romance. El impulso: nuestra naturaleza animal. Cablear nuestros deseos. Adorarnos en la iglesia de los necios. Idolatrar manos ociosas, la privación del hombre. La ilusión de la miseria humana. Vanidad, lujuria, sexo y muerte. Contempla la máquina humana. La industria de la lujuria, chimeneas humeantes que se elevan al cielo. Dominancia y falocentrismo. esto es la violación del intelecto. El abismo ineludible, insuperable, de gran apelación. Éxtasis narcisista. creación carnal y cadáveres. La obsesión mórbida con nuestra propia reflexión. El acto hueco de adoración. La necesidad de saciar nuestra propia lujuria. la máquina humana. La infección viral. Somos tanto plaga como pesticida.