Within The White Palace

Dentro del Palacio Blanco

El héroe sufre un naufragio y es arrastrado por la corriente
llega a una isla desierta en el norte
Allí sobrevive durante mucho tiempo
en soledad, perdiendo su humanidad

Un día llegan barcos a la isla
el héroe corre a reunirse con la gente
pero tras su tiempo de vida solitaria
se ha vuelto tan salvaje que la tripulación no lo reconoce

y le disparan pensando que es un animal
El héroe se esconde, resignado a su destino
y queda solo en su palacio blanco de hielo

Las rocas son abrazadas por una tormenta despiadada y olas furiosas
la boca del océano escupe maldiciones
el poder de este abismo sin fondo es indiscutible

La corriente arrastra el bote hacia una costa mortal lejana
las montañas blancas perforan la densa niebla con sus picos
una tormenta azota las tierras del olvido
la nieve me prepara una cama, cubre un túmulo

A través del esqueleto de una ballena en la desembocadura de la bahía
a través de las rocas marinas arrastrado por la corriente
junto al arrecife mortal
este camino lleva al corazón del invierno, al mundo donde el amanecer es olvidado

Estoy atrapado en el hielo
en la sombra de muros helados, dejado solo
el bote hecho añicos
inmóvil, prisionero de fuerzas invisibles

Un rugido entusiasta sacude las bóvedas de la cueva, llenas de ecos
las mandíbulas se clavan en la cálida piel de una bestia recién muerta
el monstruo negro devora vorazmente trozos, embriagándose de sangre
juega con los restos en el espejo de hielo sin atreverse a mirarse

Por la mañana desciende a la oscuridad subterránea
sale a mirar las estrellas por las noches
su débil brillo evoca pensamientos tristes
sobre la vida pasada donde no hay lugar para la tristeza

La luz se derrama sobre un lienzo blanco
barcos de fuego y acero
llegan a un puerto silencioso
a través de un velo de niebla

La bestia negra se acerca a la cubierta, los gritos de la gente anuncian peligro
apuntando con rifles, disparan fuego hacia la figura que se acerca corriendo
el monstruo está herido, se esconde en la noche y se apresura a regresar a su guarida
no reconocido por sus compañeros, el peregrino cae ante la cruel tormenta

Para siempre solo entre el hielo y la nieve
el cuerpo encadenado en una forma espantosa
prisionero involuntario de la costa fría
erige un trono en el palacio blanco

Desde las montañas nevadas hasta las aguas sin fin
mi reino de hielo y oscuridad eterna