Camino de Soledad

El Viaje Interior en el 'Camino de Soledad' de Pedro Messone

La canción 'Camino de Soledad' de Pedro Messone es una profunda reflexión sobre la soledad y el viaje interior. Desde el primer verso, la letra nos sumerge en un paisaje desolado y oscuro, donde la luz del alba es apenas un recuerdo. La imagen del 'sueño del polvo' y la 'vuelta de los cerros' sugiere un entorno rural y solitario, donde el protagonista se encuentra en un estado de introspección profunda. La luna y el cigarrillo de hierba encendido en el lucero son símbolos de una conexión íntima con la naturaleza y el cosmos, elementos que acompañan al protagonista en su soledad.

El estribillo 'ya se va, ya se va, arriando sus pensamientos, camino a su soledad' refuerza la idea de un viaje no solo físico, sino también mental y emocional. La repetición de esta frase subraya la inevitabilidad y la aceptación de la soledad como un estado natural y necesario. La noche negra, donde 'ya no se ven ni las manos', simboliza la incertidumbre y el misterio de la vida, pero también un espacio donde el protagonista se siente cómodo y en paz. El ritmo lento del caballo acompaña sus pensamientos, creando una armonía entre el hombre y su entorno.

En la última estrofa, el protagonista expresa su preferencia por la soledad y la simplicidad. El silbido de los vientos y el repicado lento del caballo son sus únicas compañías, lo que sugiere una vida despojada de complicaciones y posesiones materiales. Esta elección de vida refleja una búsqueda de autenticidad y una conexión más profunda con uno mismo y con la naturaleza. La canción, en su totalidad, es una meditación sobre la soledad como un camino hacia el autoconocimiento y la paz interior.