Giddy Up Go

¡Arre, Vamos!

Las carreteras que serpentean y se pierden sobre montañas y valles, desiertos y llanuras
Creo que he recorrido todas ellas
Porque durante los últimos 25 años, la cabina de un camión ha sido mi hogar
Y sería difícil para mí asentarme y no estar en movimiento
Recuerdo el primer camión que conduje
Estaba tan orgulloso que apenas podía esperar para llegar a casa y mostrarle a mi esposa y a mi pequeño hijo
Y mi pequeño hijo estaba tan emocionado, como cuando vio su primera nevada
No era lo suficientemente mayor para decir muchas palabras
Solo seguía gritando ¡arre, vamos papá, arre, vamos!
Así que así fue como nombré al viejo camión ¡Arre, Vamos!
Oh, las cosas no estaban tan mal, por supuesto, estaba fuera mucho
Y después de unos seis años, llegué a casa un día y encontré a mi esposa y a mi pequeño hijo desaparecidos
No pude averiguar qué pasó, nadie parecía saberlo
Así que desde ese día, he sido solo yo y el viejo ¡Arre, Vamos!
He hecho muchos amigos en todas las paradas de camiones
Y algunos se burlaban de mí por mi pequeño letrero
Por supuesto, sabían de dónde saqué el nombre
Porque les conté sobre ese pequeño hijo mío
Y cómo su primera palabra sobre ese viejo camión fue ¡Arre, Vamos!
Hoy iba a toda velocidad por la vieja 66
Cuando a mi lado se acercó un nuevo camión diésel
Ambos tubos de escape echando humo negro
Y cuando se adelantó y se puso delante de mí, un nudo se formó en mi garganta
Y mis ojos se aguaron como si tuviera un mal resfriado
Un pequeño letrero en la parte trasera del camión que decía ¡Arre, Vamos!
Así que seguí a ¡Arre, Vamos! hasta la próxima parada de camiones donde se detuvo
Esperé a que entrara y le ofrecí comprarle una taza
Empezamos a hablar y le dije
¿Cómo llegaste a ponerle ese nombre a tu camión, ¡Arre, Vamos!?
Él dijo que lo obtuvo de su papá
Papá solía conducir un camión, de eso mamá hablaba mucho
Verás, perdí a mamá cuando tenía poco más de dieciséis años y perdí todo rastro de papá
Mamá dijo que él obtuvo el nombre de mí
Le estreché la mano y le dije que tenía algo que quería que viera
Lo llevé al viejo camión
Y limpié un poco la suciedad para que se viera el nombre
Y sus ojos se abrieron grandes y brillantes al leer ¡Arre, Vamos!
Tuvimos muchas cosas de las que hablar y, amigo, me sentí como un rey
Y ahora hemos regresado a la vieja 66 y él ha manejado ese gran camión
Mejor que cualquier camionero que haya visto
Ahora las líneas en la carretera brillan mucho más
Mientras rugimos por el camino y yo observo un pequeño letrero que dice ¡Arre, Vamos!