Fruto Amargo

La amargura de un amor traicionado en 'Fruto Amargo'

La canción 'Fruto Amargo' interpretada por Segundo Rosero, un artista conocido por sus baladas románticas con un toque de bolero, nos sumerge en una historia de amor, traición y consecuencias dolorosas. La letra nos presenta a un hombre que observa a su antigua amante vestida de blanco, camino al altar, un símbolo de pureza y compromiso que contrasta con la traición que él siente haber vivido. La imagen de la novia con corona de azahares y velo añade un toque de solemnidad y tradición a la escena, subrayando la importancia del matrimonio en muchas culturas.

El narrador revela que el destino los separó y que, durante su ausencia, su amada lo traicionó. La traición se manifiesta en la figura de un hijo, el 'fruto amargo', nacido de una relación fuera de su compromiso. Este niño simboliza la pasión manchada y el error que la mujer lamenta. La repetición de la idea de que el hijo 'pudo haber sido nuestro' refuerza la sensación de pérdida y lo que pudo haber sido una familia unida bajo su amor. La canción se convierte en un lamento por un futuro que nunca será, marcado por la nostalgia y el dolor de la traición.

La música de Segundo Rosero suele ser emotiva y cargada de sentimiento, y 'Fruto Amargo' no es la excepción. La canción explora temas universales como el amor, la traición y las consecuencias de nuestras acciones, todo ello envuelto en una melodía que busca tocar el corazón del oyente. La narrativa de la canción es un recordatorio de que las decisiones en el amor pueden tener repercusiones duraderas y, a veces, dolorosas.