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El Destino y la Nostalgia en '87' de Vainilla

La canción '87' de Vainilla es una exploración lírica de la nostalgia y el destino. Desde el primer verso, 'Desarmada y luego hablar', se percibe una vulnerabilidad emocional que se despliega a lo largo de la canción. La protagonista se encuentra en un estado de reflexión, cuestionando cómo alguien tan significativo pudo llegar a ser parte de su vida. La frase 'Quién pudo pensar que tú eras para mí' sugiere una sorpresa y un asombro ante la conexión que se ha formado, insinuando que este encuentro no fue una mera coincidencia, sino algo predestinado.

El estribillo 'Ocho, siete, tú, quiero verte' introduce una cifra que parece tener un significado especial, posiblemente una fecha o un número que simboliza un momento crucial en la relación. La repetición de 'quiero verte' enfatiza un deseo profundo de reconectar con esa persona, a pesar de la distancia que los separa. La distancia física se convierte en una metáfora de la distancia emocional, y la protagonista expresa un anhelo de revivir esos momentos significativos, sin cambiar nada de lo que ocurrió.

La canción también aborda el tema de la inevitabilidad del destino y la aceptación de las decisiones pasadas. La línea 'Y si pudiera volver a escoger, no cambiaría, quiero repetir' refleja una satisfacción con las elecciones hechas y una voluntad de revivir esos momentos, a pesar de cualquier dolor o dificultad que hayan traído. En conjunto, '87' es una meditación sobre el amor, la nostalgia y la aceptación del destino, envuelta en una atmósfera de melancolía y deseo.