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Canzone Per Sergio
Roberto Vecchioni
Canzone Per Sergio
Il ladro di cavalli non era lui,
ma fu impiccato per comodità
e l'uomo di profilo non si bastò
partì cercando l'altra sua metà
il capitano Achab non torna più
dal viaggio contro l'impossibile...
Oh, Sergio, non ho tempo di scriverti,
ma, d'altra parte, non ti ho scritto mai
e come ti potevo sorridere?
erano stati tutti amici miei;
A volte sento che bussano:
non è niente, niente, niente;
non sono loro che tornano:
solo vento, vento, vento...
Ne avrò di tempo per amare
prima che entri lei?
Il grande orologiaio non passa più
e gli orologi li aggiustiamo noi;
adesso costruiamo le macchine,
vedessi come sono belle, sai;
a volte ci incontriamo sugli argini,
e ci contiamo, e manchi sempre tu...
Oh, Sergio, non ho tempo di scriverti,
ma, d'altra parte, non ti ho scritto mai
oh, si, di cose qui ne succedono
ma ci illudiamo di inventarle noi.
Siamo un passaggio di allodole:
con un colpo andiamo giù
mentre cerchiamo di scegliere
se volare a nord o sud...
E gli anni indietro, gli anni Sergio,
e quando c'eri tu...
Il tempo mischia bene le bibite
gli imperativi e qual che mando giù
qualcuno vede ancora negli occhi miei
quel che gli specchi non rifletton più:
si spezza la collana, le idee van giù,
stan rotolando un pò di qua e di là
e tutti a dirmi come raccoglierle,
non c'è nessuno qui che non lo sa;
non riesco a immagginarmi di vivere
illuminato dalla verità,
la risposta nel vento dov'è, dov'è?
Sarà la stessa per ognuno di noi?
oh, Sergio non ho tempo di scriverti,
ma un giorno o l'altro mi rincontrerai:
Ci appoggeremo sui gomiti
quando il sole viene giù,
mi accadrà di sorridere,
come non speravo più...
E l'occhio azzurro avrà un momento
uguale all'occhio blu...
Canción Para Sergio
El ladrón de caballos no era él,
pero fue ahorcado por conveniencia,
y el hombre de perfil no se conformó,
se fue en busca de su otra mitad,
el capitán Achab ya no regresa
del viaje contra lo imposible...
Oh, Sergio, no tengo tiempo de escribirte,
pero, por otro lado, nunca te he escrito
¿cómo podría haber sonreído?
eran todos amigos míos;
A veces siento que están tocando a la puerta:
no es nada, nada, nada;
no son ellos que regresan:
solo viento, viento, viento...
¿Tendré tiempo para amar
antes de que ella entre?
El gran relojero ya no pasa
y nosotros mismos arreglamos los relojes;
ahora construimos las máquinas,
mira qué hermosas son, ¿sabes?
a veces nos encontramos en los márgenes,
y nos contamos, y siempre te extraño...
Oh, Sergio, no tengo tiempo de escribirte,
pero, por otro lado, nunca te he escrito
oh, sí, cosas suceden aquí
pero nos ilusionamos con inventarlas nosotros.
Somos un paso de alondras:
con un golpe caemos
mientras intentamos elegir
si volar al norte o al sur...
Y los años atrás, los años Sergio,
y cuando estabas tú...
El tiempo mezcla bien las bebidas,
los imperativos y lo que trago,
alguien aún ve en mis ojos
lo que los espejos ya no reflejan:
se rompe el collar, las ideas se van,
están rodando un poco de aquí para allá
y todos me dicen cómo recogerlas,
no hay nadie aquí que no lo sepa;
no logro imaginarme vivir
iluminado por la verdad,
¿dónde está la respuesta en el viento, dónde está?
¿Será la misma para cada uno de nosotros?
oh, Sergio, no tengo tiempo de escribirte,
pero algún día nos encontraremos de nuevo:
nos apoyaremos en los codos
cuando el sol se ponga,
me pasará de sonreír,
como ya no esperaba más...
y el ojo azul tendrá un momento
igual al ojo azul...
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