Ballad Om Censuren

Balada sobre la censura

Por los peligros de la erótica, protejamos a los niños pequeños.
Que no tienen idea de lo mal que puede salir.
No los dejemos jugar a la guerra y ser soldados.
Y dispararse con pistolas de juguete.
Dejemos que los niños jueguen tranquilos y olviden todo lo sexual.
Que los amenaza desde todos lados y es bueno que en este país tengamos orden y censura.

En Sodoma y Gomorra la disciplina era débil.
Y aquel que criticaba era colgado el mismo día.
Los policías eran bribones, el alcalde un canalla.
Y aquel que bebía más cerveza y aguardiente recibía una medalla de oro.
La moral era pésima, ya que los tiempos habían cambiado.
Se pecaba de noche y de día, sin descanso.
En Sodoma y Gomorra no existía censura.

Iván el Terrible era un hombre peculiar.
Hacía lo que quería, hagan lo que hagan.
Tenía costumbres salvajes, imponía altas exigencias.
Y aquel que lo criticaba perdía la cabeza.
Y nadie se atrevía a hacer nada, porque Iván podía escucharlo.
Y no era amable, cuidado cuando se enojaba.
Iván el Terrible era débil ante la censura.

No se debe mirar a mujeres sin ropa.
¡Qué vergüenza para los ciudadanos que miran de todos modos!
Es antinatural ver a una mujer desnuda.
Eso puede arruinarte, eso está claro.
Debería haber llevado algo ligero y bailado ballet clásico ruso.
Eso sí sería arte y promovería nuestra cultura.
¡Esto no es arte, es censura, censura!

Puede que piensen que eso no molesta.
Pero confíen en la crítica, sabe lo que hace.
Ven lo que es bueno y permitido para el público.
Ven lo que es malo y escriben críticas.
Ciudadanos, tan pronto vean algo inmoral suceder.
O vean algo que no es cultural.
Desvíen la mirada, cierren los ojos y pidan censura!