The Hour Of The Wolf (of Glory and Decay - Part II)

La Hora del Lobo (de Gloria y Decadencia - Parte II)

El ascenso al poder de Hitler sigue siendo hoy un misterio insondable. Algunos dicen que fue el resultado de una serie de eventos desafortunados. Más allá de cualquier duda, el fatídico Tratado de Versalles y la frágil República de Weimar inculcaron la más profunda amargura en el corazón del pueblo alemán. Adolf Hitler, el sin techo, murió en la Primera Guerra Mundial, y fue de las cenizas de esa sangrienta guerra que nació el loco, el seductor, el retórico, el inestable. Como dice el libro, la Segunda Guerra Mundial estalló el 1 de septiembre de 1939, tras la invasión de Polonia, pero hasta ese momento, nadie sabía que no sería solo otra guerra. En verdad, nadie sabía que la Hora del Lobo había comenzado.

"En Alemania, primero vinieron por los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Luego vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no hablé porque no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no hablé porque no era católico. Luego vinieron por mí, y para entonces no quedaba nadie para hablar". [Martin Niemöller].

[Adolf Hitler]
Soy el lobo que anhela entrañas; soy el hombre que ansía poder,
Soy un ángel; soy un daimon, en mi camino a la guerra...
Nadie pensó que me convertiría en un semidiós tan poderoso,
Soy un salvador; un mesías, en nuestro camino a la guerra...

Sufran, me ignoraron; sufran, me han utilizado,
Sufran, me han abusado; Ahora sufrirán,
No más mendigar por pan, no más vida miserable,
No más frío y hambre, simplemente no más mierda...
Contemplen al lobo que soy; ¡tiemblen! Soy real.

Soy un dios recién nacido del fuego; soy el pastor del deseo,
Traigo dolor a aquellos que me detestan, en mi camino a la guerra...

Nadie pensó que me convertiría en el arquitecto de una nueva guerra,
Soy un héroe; un purificador, en nuestro camino a la guerra...

Sufran, rueguen por misericordia; sufran, herederos indignos;
Sufran, me molestan; ahora sufrirán,
No más templos dorados; no más semitas acomodados;
No más vida fácil para los miserables.

Así que es hora de que ustedes...

Levántense, levántense, mis lobos; juntos conquistaremos el mundo,
Este reino de desigualdad caerá bajo el dominio del fuego y el acero,
La gloria de nuestro pueblo florecerá de una tierra sembrada con orgullo,
Levántense, guerreros de Germania; su patria los llama a una guerra contra el mundo.

Haz que trabajen hasta que sus huesos se deshagan, y luego tíralos a los perros,
Nacieron para ser esclavizados; no saben,
Pon a los débiles en fila, mirando al sol del este,
Ponlos de espaldas contra la pared y acaba con todo.

Sufran, hazlos sufrir; sufran, no titubeen,
Sufran, se lo merecen; ahora sufrirán,
No más bastardos extranjeros; no más escoria miserable,
No más culos lamentables; serán los últimos...
La hora del lobo ha comenzado, y soy invencible.

Soy un dragón; soy un buitre, soy el Grendel del futuro,
Soy un fénix; soy un chacal, en mi camino a la guerra,
Nadie pensó que me convertiría en el Behemoth germánico,
Soy un profeta; un mesías, en nuestro camino a la guerra...

Sufran, retribución; sufran, ejecución,
Sufran, sin redención; ahora sufrirán,
No más gentiles suaves; no más santos y pecadores,
No más Pax Judea para los miserables,
La hora del lobo ha comenzado y soy el señor supremo.

Así que es hora de que ustedes...

Levántense, levántense, mis lobos; juntos conquistaremos el mundo,
Este reino de desigualdad caerá bajo el dominio del fuego y el acero,
La gloria de nuestro pueblo florecerá de una tierra sembrada con orgullo,
Levántense, guerreros de Germania; su patria los llama a una nueva gran guerra,
Las legiones del Rin se enorgullecen en la víspera del juicio por el fuego,
Las canciones de tiempos antiguos encenderán los corazones de las mentes iluminadas.

Levántense y contemplen mi creación; la industria de la muerte por la aniquilación,
Mil años de gloria por delante; mi imperio durará para siempre...