Still Blazin'

La Eterna Llama de Wiz Khalifa: Un Himno a la Marihuana y la Espiritualidad

La canción 'Still Blazin'' de Wiz Khalifa, en colaboración con Alborosie, es una oda a la marihuana y a la espiritualidad. La repetición del estribillo 'Still blazin', still blazin', still blazin'' enfatiza la constancia y la dedicación del artista hacia el consumo de cannabis. Alborosie introduce la canción con una referencia a 'Jah', una deidad en la religión Rastafari, sugiriendo que el poder divino es asombroso y proporciona fuerza y protección. Esta conexión entre la marihuana y la espiritualidad es un tema recurrente en la música reggae y en la cultura Rastafari, donde el cannabis se considera una hierba sagrada que facilita la meditación y la conexión con lo divino.

Wiz Khalifa, conocido por su estilo de vida y música centrada en el consumo de marihuana, utiliza la canción para expresar su deseo de que todos puedan disfrutar de la marihuana de la misma manera que él. Líneas como 'Why can't everyone just smoke like me?' y 'Just gimme a quiet place and lemme roll my weed' reflejan su anhelo de un espacio personal y libre de juicios donde pueda consumir cannabis en paz. La letra también menciona su evolución desde los días en que solo podía fumar en ocasiones hasta su situación actual, donde el consumo de marihuana es una parte integral de su vida diaria.

La canción también aborda la idea de la marihuana como un escape y una forma de lidiar con las presiones de la vida. Wiz Khalifa menciona cómo el tiempo parece ralentizarse ('Marijuana minutes, nigga time slow') y cómo la marihuana le ayuda a desconectarse de sus preocupaciones. La referencia a 'kush clock' sugiere que siempre hay tiempo para fumar, destacando la importancia del cannabis en su rutina diaria. Además, la canción toca temas de autosuficiencia y resistencia, ya que Wiz Khalifa recuerda los días en que vendía marihuana para pagar sus cuentas y cómo, a pesar de las dificultades, siempre encontró una manera de seguir adelante.

En resumen, 'Still Blazin'' es una celebración del cannabis y su papel en la vida de Wiz Khalifa, tanto como una herramienta espiritual como un medio de escape y supervivencia. La canción combina elementos de la cultura Rastafari y la experiencia personal del artista, creando un himno que resuena con muchos de sus seguidores.