Milonga Del Trovador

La Nostalgia del Trovador Errante

La 'Milonga Del Trovador' de Andrés Calamaro es una oda a la vida del trovador, un cantante y poeta que recorre el mundo llevando sus canciones y su cultura a cada rincón. La letra comienza con una declaración de identidad, donde el trovador se describe como un producto de la mezcla cultural de América del Sur, específicamente de la fusión entre el gaucho y el español. Esta identidad se refleja en su piel y su voz, que son morochas, y en su guitarra, que es su compañera inseparable en su viaje por el mundo.

El trovador es un peregrino, alguien que siempre está en movimiento, siguiendo el llamado de la distancia. La nostalgia es una constante en su vida, pero en lugar de dejarse abatir por ella, le canta al oído del corazón, transformando su melancolía en música. La imagen de los pañuelitos en la estación es un símbolo de despedida y de los lazos que deja atrás, pero también de la esperanza de un reencuentro. La distancia es tanto un desafío como una fuente de inspiración para el trovador, que nunca verá ponerse el sol mientras siga su camino.

La canción también aborda la idea de que el hogar del trovador es donde canta, ya que ha aprendido a escuchar la voz de Dios en cualquier lugar. Los ecos de las plazas, las cocinas, las cunas y el mar son todos parte de su música. Incluso en la vejez, el trovador seguirá cantando, acompañado por su niñez en una segunda voz, y al final, le cantará a su agonía con la misma pasión. La 'Milonga Del Trovador' es una celebración de la vida nómada, de la música como refugio y de la identidad cultural que se lleva en el corazón, sin importar la distancia recorrida.