Zamba Del Arisco

La Lucha del Hombre y la Naturaleza en 'Zamba Del Arisco'

La canción 'Zamba Del Arisco' de Angelo Aranda nos transporta a un escenario rural, donde el hombre y la naturaleza se enfrentan en una danza de supervivencia y destreza. La letra describe la persecución de un novillo que ha escapado de las aguadas, un lugar donde los animales suelen beber agua. Este novillo deja huellas frescas en medio de la hojarasca, y el narrador, probablemente un gaucho, sigue su rastro con determinación. La imagen del novillo que no se entrega fácilmente simboliza la resistencia y la lucha por la libertad, mientras que el gaucho representa la perseverancia y la habilidad en el manejo del ganado.

A medida que avanza la canción, el narrador describe cómo el novillo da vueltas, como si estuviera invitando al gaucho a un juego de astucia. Este juego se desarrolla en el monte, un lugar que ofrece refugio y complicaciones. La tensión aumenta cuando el narrador se esconde tras unas ramas y se produce un silencio inquietante, roto solo por el aullido de los perros que regresan a la trampa. Este momento de calma antes de la tormenta refleja la incertidumbre y el peligro inherente a la vida en el campo.

Finalmente, el narrador utiliza su lazo trenzado de ocho para capturar al novillo. La descripción del lazo silbando en el aire y el esfuerzo del caballo para tirar del novillo capturado evocan imágenes de fuerza y destreza. El novillo, que al principio era arisco y rebelde, termina siendo domado, aunque sigue valando, consciente de su destino inevitable. Esta escena final subraya la relación compleja entre el hombre y la naturaleza, donde la lucha por el control y la supervivencia es constante, pero también hay un respeto mutuo y una comprensión de los roles que cada uno juega en este entorno agreste.