Aves Rapaces

El Vuelo de las Aves Rapaces: Un Viaje de Búsqueda y Soledad

La canción 'Aves Rapaces' de Aquelarre es una obra lírica que explora temas profundos de migración, búsqueda de paz y la inevitable soledad que acompaña a la existencia humana. Desde el inicio, la letra nos transporta a un paisaje invernal donde las aguas del canal y las ondulaciones suaves evocan una sensación de movimiento y cambio. Los 'extranjeros que se van' y la 'gente del valle que se va' sugieren un éxodo, una búsqueda de algo más allá de lo conocido, posiblemente en busca de paz y estabilidad, simbolizada por el 'fruto que les da la paz'. La referencia a la cordillera y la fiebre que se despereza añade una capa de urgencia y despertar, como si algo latente estuviera a punto de emerger.

El estribillo, 'Cuando aves rapaces nacerán de la noche hasta oír la señal', introduce una metáfora poderosa. Las aves rapaces, conocidas por su agudeza y capacidad de caza, pueden simbolizar la llegada de tiempos difíciles o la aparición de fuerzas implacables. La noche, un símbolo de lo desconocido y lo temido, se convierte en el escenario donde estas aves emergen, esperando una señal. Esta imagen puede interpretarse como una advertencia sobre los desafíos que se avecinan y la necesidad de estar preparados para enfrentarlos.

La canción también reflexiona sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza. Frases como 'Como la lluvia es el agua del mar' y 'Como tu cuerpo el espacio que das' sugieren una interconexión intrínseca entre todos los elementos de la vida. Sin embargo, esta conexión también lleva a la idea de devoración y desaparición, 'Así la tierra los devorará, lejanos de su raza'. La tierra, en su ciclo eterno, consume todo lo que nace de ella. La canción cierra con una reflexión sobre la soledad y la búsqueda de signos de amor, dejando una sensación de melancolía y contemplación sobre el sentido de la vida y la muerte.